La participación, la transparencia y la equidad han sido básicas en el frenteamplismo.
El tiempo no ha cambiado la utopía perseguida, aunque en lugar de ir hacia ella “a caballo”, en actos masivos, volantes hechos a mimeógrafo, o hablando en una esquina sobre un cajón, se pueda ir “motorizado” por la Inteligencia Artificial, el Plan Ceibal o las Redes Sociales. Cito estos supuestos “vehículos” como productos del conocimiento humano, al servicio de la consecución de “la pública felicidad”. Tanto aquellos como estos instrumentos, son imprescindibles para informar, desarrollar ideas, motivar a la militancia a considerarse parte de la transformación y de sus logros.
Con preocupación compruebo que el gobierno departamental de Salto, electo por el Frente Amplio, parece pretender un Pueblo CIEGO y MUDO a las razones, sólo OYENTE de música popular o promesas. No me sorprendería que tuviera ese objetivo el gobierno nacional, conservador y anti frenteamplista, pero no el que elegimos con nuestro voto, la mayoría de los salteños.
La prueba está vigente. Antes de setiembre de 2022, la Intendencia encargó un informe técnico privado, acerca de las posibilidades de modificar el Plan Territorial de Salto para edificar al norte de avenida Apolón (Vinci), entre Seregni y el río. Lo hizo frente a su iniciativa de invitar a empresarios a invertir inmobiliariamente y eligieron esa zona de Salto. Está documentado en el informe referido. Si ese fue el procedimiento, lo cierto es que las propuestas recibidas chocan con el programa del Frente Amplio, que preceptúa no crear barrios privados o cerrados y que proclama la heterogeneidad social sin segregaciones. Lo peor es que lo ejecutó por sí y ante sí; según el informe con participación o conocimiento de las dependencias municipales: la técnica de Ordenamiento Territorial y la política de Desarrollo¸ pero no consultó a la población.
Quienes asesoraron al intendente (¿?), no tuvieron en cuenta que la Ley de Ordenamiento Territorial expresamente dice que debe participar la población. En un gobierno conservador o autócrata puede alcanzar con la Audiencia Pública que se concretará mañana sin tiempo para estudiar y conocer; en una gestión frenteamplista la participación es intervención popular. Parece que el Pueblo debe ser ciego: no leer para informarse; sordo: para no oír explicaciones; y mudo: para no expresarse. Sólo importa que crea que habrá empleos, sin garantía de número, calidad, ni tiempo.
No discuto técnicamente porque soy solamente político frenteamplista. Exijo que se cumpla con el mandato legal y estratégico de la participación. El intendente no tuvo en cuenta pedidos de acceso a la información presentados antes de la Puesta de Manifiesto del asunto; no aceptó ni acusó recibo de varias solicitudes colectivas de extensión del plazo de la Audiencia, para poder estudiar los documentos, que costaron muchísimo dinero que pagamos todos. Ni siquiera consideró que el Informe Técnico, qué costó $260.000, le aconseja atender con “parsimonia” (lentitud, sosiego, moderación) los intereses en juego. Fue a la carrera.
Usar al Frente sólo para votar, no es suficiente. Gobernar sin participación y transparencia es actuar con estrategias autócraticas y anti frenteamplistas.
El Frente “debe vivirse”, además de proclamarse.