Digamos todo
Aún con coletazos de los asuntos políticos locales y nacionales de las últimas semanas, mayormente negativos, sigue avanzando el año calendario y con ello se siguen restando semanas para el comienzo del ciclo electoral.
Los hechos en cuestión sirven para ratificar cuestiones ya sabidas: en todos los partidos políticos hace falta un recambio de políticos porque por incapacidad o abuso del poder que se les otorga terminan generando daños al departamento, a los salteños, llenando únicamente sus egos.
Gente con ganas de trabajar, comprometida y sin anhelos personales antes que los generales existen en todos los partidos y muchos.
Cada interna sabrá sacar a relucir a dichas personas buscándoles mayor protagonismo, mayor presencia en momentos de toma de decisiones o de resoluciones que afecten los intereses de los salteños.
Lo cierto y claro es que existen abusos, toma de malas decisiones, que aún en los casos en los que no se manifieste una clara intención de perjudicar, aun cuando no se pueda encuadrar en lo ilegal dichas decisiones son incorrectas, no deben tomarse, no se puede hacer política con los recursos de los salteños.
La designación de cargos ha sido el motor indispensable para varios políticos que arman su estructura política en base a promesas, favores, dependencias económicas y eso claramente no corresponde.
No son capaces de ser lo que les pide la gente cuando los vota, no saben darle a la gente lo que reclama en las urnas, sea intendente, diputado o senador. Tienen la chance magnífica de hacer por lo demás, de cumplir con el mandato que emana del contrato social que emerge del votante y del elegido, lo desaprovechan por una ambición que enceguece.
Eso debe terminarse, el abuso debe terminarse. Pretender que un cargo jerárquico de alto estatus político no pueda rodearse de gente de su confianza es ingenuo pero de ahí a generar un grupo político basado y fundamentado en el salario pago por el resto de los uruguayos, de los salteños, es demasiado.
En algún caso la cosa parece cambiar, por ejemplo la historia de la Comisión Mixta de Salto Grande deja conclusiones varias: la oportunidad magnífica de poder modernizar una organización ya añeja como lo es el organigrama y estatutos del ente estatal internacional, evitando así abusos como los que se dieron en los últimos 20 años o más.
Ojalá ese ataque de transparencia llegue a otras entidades u organismos. Por ejemplo la Intendencia de Salto donde el abuso es aún superior, generando una dependencia de las personas favorecidas al grado de ser casi sectas donde un pseudo líder ordena y el resto cumple.
¿Se puede culpar al beneficiado? Depende, hoy en día existen personas que ante la necesidad de mantener una familia dejan de lado un poco su dignidad y asumen las consecuencias, se dejan manejar la vida a cambio de saber que a fin de mes hay un salario, para la población en general eso es intrascendente o mejor dicho perjudicial pero para el ego del “líder” es un endulzante único, en el mismo acto muestra su soberbia y su desidia por los salteños.
Se esperan muestras de dignidad y frontalidad en las próximas horas. No parece que vayan a existir muchas de motus propio, lamentablemente. Menos aún en calle Juan Carlos Gómez donde no existe orden, control, jerarquías actuantes sino todo lo contrario, donde le pagamos a un intendente que le preocupan más los barrios de Montevideo que los salteños, le pagamos a un intendente que se lleva un salario por lo que no hace.
En Salto Grande al menos un gesto enalteció a una persona, más allá de que parece que Salto perdió con esa renuncia.
Porque no todos los políticos son iguales pero hay varios que no merecen el más cálido de los apoyos que es el voto, por eso seguiremos buscando lo mejor para el departamento y el país en opciones nuevas.
Dr. Pablo D. Vela Gadea
PARTIDO COLORADO