Los millones que prevé invertir el nuevo dueño de Caputto, los elogios a Uruguay y la confianza en ser rentable

La empresa estadounidense Frutura fue la única oferente que recibió el remate judicial para hacerse de los activos de Citrícola Salteña. ¿Por qué eligió invertir en Uruguay? ¿Es un país rentable para la explotación de cítricos? A qué variedades le darán prioridad durante su gestión, cuánto prevén invertir y qué pasará con la plantilla de trabajadores que tiene hoy Caputto.  

Alejandro Buratovich fue designado como gerente general de la empresa en Uruguay. El ejecutivo conoce de cerca el rubro ya que trabajó previamente en la citrícola argentina San Miguel Global durante varios años. Para conocer los planes y la apuesta millonaria que Frutura hará en Uruguay, El Observador dialogó con el CEO que tomará las riendas de Citrícolas Salteña (Caputto) en los próximos días. Sin tiempo a la pausa porque arranca una nueva zafra citrícola en Salto, el nuevo inversor es optimista en sacarle jugo al negocio y en expandir su producción.

¿Qué llevó a invertir?
El CEO de Frutura en Uruguay comentó que la decisión quedarse con los activos de Caputto se comenzó a gestar desde “hace un tiempo”, luego que la Justicia aprobara la liquidación de los activos de esa unidad productiva. También porque existía “voluntad” del gobierno de Lacalle Pou y los acreedores y el BROU en particular —que es el principal acreedor— de intentar que la empresa se vendiera en bloque para asegurar su continuidad.

“Ese proceso coincidió con la búsqueda que tenía Frutura de hacer algo con Uruguay. Es un país muy interesante para producir citricultura y eso fue lo que atrajo el interés en un comienzo”, relató Buratovich.
El ejecutivo indicó que luego se hizo un “largo” y minucioso análisis del negocio y el valor de los activos de Citrícola Salteña antes de dar el paso final y confirmar su oferta.

Alejandro Buratovich, CEO de Frutura Uruguay.

Consultado sobre si en algún momento se analizó si la estructura de costos que tiene Uruguay pudo ser una barrera a la hora de decidir la inversión, el ejecutivo relativizó esa variable. “Conozco al sector de cerca. Trabajé cinco años como gerente general de una operación citrícola (por San Miguel) y conozco esa problemática que me estás mencionando”, aseguró. El ejecutivo dijo que la citricultura es una actividad donde se compite con gigantes del mercado como Sudáfrica, Chile, Argentina o Perú.

“Cada uno de los orígenes tiene cosas que le juegan un poco más favor y otras más en contra. Uruguay tiene un costo alto en algunos aspectos comparado con algunos de los competidores; la mano de obra puede ser un ejemplo, en el caso con Sudáfrica y Perú, aunque no tan así con Chile. Pero también hacer la parte agrícola de la producción es más barato en Uruguay que en Perú, por ejemplo, porque se requiere 100% riego y fertilización. Acá la naturaleza da parte de eso”, destacó Buratovich.

El ejecutivo añadió que actualmente hay disponibles “varios paquetes tecnológicos” para tratar las plantas, lo que lleva a que se pueda tener “cierto balance” entre los costos y la productividad que puede lograrse.

“Es verdad que Uruguay no es un país donde automáticamente se es rentable. Por eso hay que tener un plan de negocios y una estrategia muy concreta, pero se puede ser rentable. Hay ejemplos de citricultura rentable en Uruguay”, aseguró.
La firma Frutura cuenta con conocimiento sobre el sector en distintos lugares. Su CEO, David Krause, tiene un amplio conocimiento de ese sector en California, donde hay empresas del grupo que se dedican a esa actividad. Al tiempo que también cuenta con Agrícola Don Ricardo en Perú.

“Hay mucho know how para transferir e intercambiar con Uruguay para llegar al mejor modelo de la explotación en Citrícola Salteña”, dijo Buratovich.

A qué le darán prioridad 
Los nuevos inversores de Caputto consideran que “existen muchas oportunidades” para mejorar la operación productiva e industrial de la planta. Por un lado, en el área agrícola, Frutura tiene previsto continuar con el proceso de reconversión varietal que había iniciado la anterior gestión. “Todavía hay mucho camino por recorrer”, aseguró el CEO de Frutura en Uruguay.

Ese proceso no es “automático” ya que el ciclo biológico desde que se reemplaza una variedad que es vieja o no es rentable por una nueva. El proceso de compra de la planta demanda y se implanta demanda 2 años y luego tiene otros 4 años hasta que comienza a dar un volumen de fruta razonable. “Desde que tomaste la decisión (de reconversión), hasta que comenzaste a cosechar, pasan 6 años”, explicó Buratovich.

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