Trabaja día y noche con decenas de colegas con una misión: desarrollar una vacuna contra el coronavirus.
El especialista en salud pública y enfermedades infecciosas Pedro Folegatti trabajó en la investigación de enfermedades tropicales, infecciosas y parasitarias en Brasil, Tanzania, Uganda y el Reino Unido antes de convertirse en uno de los científicos del instituto de la Universidad de Oxford que lleva el nombre del inventor de la vacunación, Edward Jenner.
Sin embargo, el punto culminante de su carrera comenzó en febrero de este año, cuando Folegatti se convirtió en uno de los investigadores a cargo de los ensayos que se llevan a cabo para el desarrollo de una de las vacunas más prometedoras contra el nuevo coronavirus.
“Hemos estado trabajando día y noche, fin de semana y vacaciones, desde fines de febrero, para que estos ensayos clínicos se lleven a cabo”, le dice a BBC Brasil el médico de 34 años, que duerme un promedio de 4 horas por noche.
La vacuna de Oxford fue noticia en todo el mundo hace unos días cuando se dio a conocer que las pruebas con 1.077 voluntarios en las fases 1 y 2 muestran que ésta es segura y tiene la capacidad de generar una respuesta positiva en el sistema inmune.
Esta es una versión resumida de la entrevista de BBC Brasil con Pedro Folgatti.
¿Cuál es exactamente su papel en esta investigación?
Soy uno de los responsables de realizar los ensayos clínicos y tengo una participación muy variada, desde la concepción del estudio, la redacción de los protocolos, la implementación y el seguimiento de los voluntarios.
Mi función principal es garantizar que hagamos un seguimiento desde el punto de vista de seguridad de los voluntarios.
Lo que hicimos en estos ensayos clínicos es reclutar voluntarios sanos.
Los voluntarios se dividen en dos grupos: el primero recibe la vacuna que queremos investigar, nuestra vacuna contra el coronavirus, y el otro grupo es un grupo de control y recibe otra vacuna, que esperamos no tenga ningún efecto contra el coronavirus.
Seguimos a estas personas durante un mínimo de seis meses a un año y observamos cualquier efecto adverso inducido por las dos vacunas.
Esta vacuna se produce a un ritmo sin precedentes. ¿Puede hablar sobre cómo ha ido este proceso desde una perspectiva más personal?
La mayoría de las veces, en los estudios de fase 1 o 2, reclutamos un número significativamente menor de voluntarios de los que reclutamos para este ensayo clínico específico. Y este proceso generalmente ocurre durante muchos, muchos, muchos meses.
El hecho de que pudimos reclutar 1.077 voluntarios durante un período de un mes es sin duda algo sin precedentes para un ensayo clínico como este.
Comenzamos a trabajar en la vacuna desde el momento en que los científicos chinos publicaron la secuencia del genoma del coronavirus y los preparativos para los ensayos clínicos se llevan a cabo desde finales de febrero.
El proceso se ha acelerado de una manera muy sustancial, sí, pero sin comprometer elementos importantes con respecto a la seguridad de los voluntarios que participan en el estudio.
Hay más de 250 personas involucradas en la ejecución de estos ensayos clínicos solo en la Universidad de Oxford, además de los otros socios diversos en los centros de investigación que también participan en el estudio.
¿Cuántas horas a la noche ha dormido?
Varía mucho, pero he dormido en promedio cuatro (horas, desde febrero). (Risas)
Se acaba de anunciar que la vacuna es segura y genera una respuesta inmune en el cuerpo. ¿Qué significa esto para aquellos que no siguen la literatura científica?
Lo que muestran los resultados preliminares es que la vacuna es segura ya que no causó efectos secundarios graves en ninguno de los 1.077 participantes que fueron reclutados.
Y fue capaz de inducir una respuesta del sistema inmune, que necesitamos entender aún mejor, ya que esto se traduce en efectividad contra el coronavirus.
Sabemos que hay varios anticuerpos inducidos por una o dos dosis de la vacuna.
La calidad de estos anticuerpos es buena, en el sentido de que no solo existe en cantidad suficiente, sino que también es capaz de neutralizar el virus.
También induce otra parte de la respuesta inmune, que llamamos inmunidad de células de linfocitos T.
Son dos partes diferentes del sistema inmune. Ahora, si eso se traduce en eficacia y protección contra el coronavirus, eso se sabrá en el seguimiento de los estudios y los ensayos más grandes de la fase 3.
El anuncio generó cierta euforia.Sin embargo, como usted dijo, todavía no hay un resultado definitivo.
¿Son importantes los resultados? Sí. ¿Son alentadores? Sí. Ahora, el paso que sigue es saber si esta respuesta inmune inducida por la vacuna es suficiente para garantizar la protección contra el coronavirus.
Fuente: BBC Mundo