El cangrejo herradura tiene diez ojos, ha existido durante más de 300 millones de años y usamos su sangre de color azul pálido para mantenernos sanos.
No, no es ciencia ficción, simplemente ciencia antigua.
Durante décadas hemos necesitado a este crustáceo y su sangre para el desarrollo de las medicinas.
Y en estos meses de la pandemia de covid-19 no es la excepción: los científicos están usando esta criatura para investigar una posible vacuna contra el coronavirus.
Como en el pasado, ambientalistas cuestionan cómo la investigación médica afecta la población y la vida de los cangrejos herradura y exigen que se detenga su “ordeña”.
Estos “fósiles vivos” son importantes porque su sangre ayuda a los científicos a asegurarse de que no haya bacterias peligrosas en los medicamentos recién creados, el tipo de bacteria que puede matar a las personas incluso en pequeñas cantidades.
Un extracto en las células sanguíneas del cangrejo reacciona químicamente a sustancias nocivas y los científicos lo usan para evaluar si los nuevos medicamentos son seguros.
Y es justamente la sangre de cangrejo herradura la único que los humanos hemos podido encontrar que haga esto.
Cada año, cientos de miles de ejemplares son atrapados y llevados a laboratorios en Estados Unidos, donde se extrae parte de su sangre de una vena cerca de su corazón.
Luego son liberados nuevamente en la naturaleza.
“Nadie sabe realmente el impacto que tiene”
Inicialmente, los expertos estimaron que casi todos los cangrejos sobrevivían a la “donación”.
Pero en los últimos años, se estima que hasta un 30% muere debido a este procedimiento.
Otros estudios sugieren que los cangrejos hembras que sobreviven tienen menos probabilidades de tener éxito en el apareamiento.
Todo lo cual causa problemas ambientales, según activistas.
“En este momento, extraen sangre de alrededor de medio millón de cangrejos”, dice la doctora Barbara Brummer, quien está a cargo de un equipo que trabaja en la conservación de la naturaleza del estado de Nueva Jersey, donde se capturan muchos en Estados Unidos.
En conversación con la BBC, dice que “nadie sabe realmente el impacto que tiene la extracción de sangre en la vida de ese cangrejo” cuando se les devuelve a su entorno natural.
Los cangrejos de herradura estadounidenses ahora están cerca de ser considerados oficialmente como una especie en peligro de extinción .
Pero algunas de las grandes compañías que fabrican medicamentos apuntan a estadísticas que sugieren que la población se ha mantenido más o menos iguales durante algunos años .
¿Otra fuente?
Durante años se han realizado investigaciones para crear una sustancia artificial que pueda reemplazar la sangre azul de los cangrejos herradura.
Y en 2016… bingo.
A los científicos se les ocurrió una alternativa que recibió el visto bueno para ser utilizada en Europa. Algunas compañías farmacéuticas en Estados Unidos también se unieron.
Entonces, ¿por qué estamos hablando de esto ahora?
Porque el mes pasado, la organización que decide qué hace que las drogas sean seguras en Estados Unidos, la Farmacopea de Estados Unidos, dijo que no puede confiarse en que la alternativa funcione lo suficientemente bien.
A las compañías que desean vender medicamentos en EE.UU. se les ha dicho que deben seguir usando sangre de cangrejo para las pruebas.
Eso significa que cualquier firma que pueda tener una vacuna contra el coronavirus deberá verificarla a la antigua usanza, con sangre azul, si quieren poder llegar a millones de estadounidenses.
La doctora Brummer dice que está presionando para que echen otro vistazo a la sustancia alternativa, ya que en la práctica sí se está utilizando en otros países.
“Es para que podamos dejar de depender de esta fuente natural”, señala.
Algunas compañías farmacéuticas dicen que pueden satisfacer la demanda de una vacuna contra el covid-19 sin tener que extraer sangre de muchos más cangrejos de lo normal.
La firma suiza Lonza comenzó este mes a fabricar una vacuna -que se pondrá a prueba en humanos- y que “no requerirá más de un día de producción” de sangre azul, dijo a la revista National Geographic.
Brummer señala que hay “al menos 30 empresas trabajando en una vacuna” y “cada una de ellas tiene que pasar por estas pruebas”.
“Así que mi preocupación es sobre la población de los cangrejos herradura, porque son una parte clave del ecosistema”.
BBC News