En medio de la escalada del conflicto militar en Ucrania los precios del gas natural se han disparado a medida que Occidente endurece las sanciones económicas contra Moscú.
Cerca del 40% del gas natural que importa Europa viene de Rusia, una dependencia que ha hecho aumentar la preocupación de los gobiernos en el actual escenario bélico.
Si bien Alemania suspendió la aprobación final del gasoducto Nord Stream 2 que le permitiría aumentar las importaciones gasíferas desde Rusia, los países europeos continúan comprando el gas ruso, mientras intensifican las sanciones financieras contra Moscú.
La escasez de suministros globales y la gigantesca ola inflacionaria que afecta al mundo han dejado a los gobiernos europeos contra la espada y la pared, según los expertos en esta área, especialmente a Alemania, que había tomado la decisión de disminuir sus fuentes de energía nuclear.
“El gas ruso es el talón de aquiles de Europa en esta guerra, esa es su gran vulnerabilidad, eso es lo que le permite a Rusia capitalizar y financiar este aventurismo que tiene”, sostiene Ángel Saz-Carranza, director del Centro de Economía Global y Geopolítica de Esade (EsadeGeo), España; académico del Departamento de Estrategia de ESADE Business School y profesor visitante en la Universidad de Georgetown, Estados Unidos.
Ingeniero aeronáutico del Imperial College de la Universidad de Londres y doctor en Ciencias de la Gestión, Saz-Carranza se ha especializado en análisis de riesgo político, gobernanza, lobby y regulación.
¿Cuánto depende Europa del gas natural ruso para abastecer su demanda?
La dependencia es demasiado alta, como vemos ahora, en torno al 40% de nuestro gas en Europa depende del gas ruso.
Y, por el otro lado, ¿cuánto depende Rusia del mercado europeo en sus exportaciones gasíferas?
Eso es lo que matiza un poco la situación porque la dependencia rusa del mercado europea también es muy alta. De hecho, su capacidad de transmisión de gas hacia el este es residual.
Quitando el gas natural licuado, que se puede exportar vía barcos, casi la totalidad de los gasoductos rusos vienen hacia el oeste.
¿Qué tan probable es que el gobierno ruso decida cerrar los grifos de gas en respuesta a las sanciones que han impuesto Europa y Estados Unidos?
Es una posibilidad real visto el momento en el que estamos y vista la propia reacción de Rusia. Rusia está actuando con falta de racionalidad, una cierta misionalidad excesiva por parte del presidente, algo mesiánico.
Por lo tanto estamos en un escenario un poco desconocido, pero en principio digamos que Rusia podría cerrar los grifos. Sin embargo, ahora mismo, con las sanciones y la presión económica que tiene Rusia, también es verdad que la única entrada de capitales que tiene es a través del pago por ese gas.
Rusia podría cortar el gas y Europa podría aguantar dos o tres meses sin ese gas, pero también es verdad que Rusia perdería la única fuente de capitales internacionales que tiene ahora mismo.
¿Cuánto de los ingresos fiscales de Rusia depende de las ventas del gas a Europa?
Estimaciones que yo he visto recientemente son en torno a la mitad del presupuesto público. Eso es mucho, pero también es verdad que Rusia tiene en estos momentos una deuda pública muy baja, tiene bastantes reservas.
Todo indica que Rusia venía preparándose hace varios años para que su situación financiera le permitiera hacer frente a cualquier amenaza externa, al menos por un tiempo…
Rusia ha llevado un tiempo saneando sus cuentas fiscales, tanto las reservas como la deuda, a pesar de la penuria económica del país y del sufrimiento que han provocado las sanciones previas.
Por eso podría tener algo de maniobra. Pero ahora mismo a Europa no le conviene dejar de comprar el gas ruso, tenemos que ver cómo se siguen definiendo las sanciones con el SWIFT (Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales, SWIFT, por sus siglas en inglés).
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