El científico del GACH sugirió aplicar una tercera dosis de las vacunas contra el covid-19 a los inoculados y señaló que no le resulta “obvio” alcanzar la inmunidad con el actual escenario
A diferencia del pronóstico que maneja el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, el criterio del científico Rafael Radi es menos optimista para la primavera y aún no lo anima a soltar una estimación del fin de la epidemia de coronavirus en Uruguay. Consciente de que el país está “lejos” de alcanzar la inmunidad de rebaño, pese al avance de la vacunación, dijo que desconoce si eso ocurrirá –al menos– en el corto plazo, reconoció que el proceso se hace más “difícil” con la aplicación mayoritaria de la vacuna china de Sinovac y la constante aparición de nuevas variantes, sumado a una alta circulación viral, y opinó que las medidas tomadas por el gobierno no fueron “suficientes”.
“Hay que pensar que estamos vacunando a una buena parte de la población, incluyéndome a mí mismo, con una vacuna con una efectividad en el entorno de un 55% y 60%. Si vos vacunás al 70% de la gente con una vacuna que tiene el 60% de efectividad, estás logrando inmunidad en el orden del 42%, porque hacés 6×7 igual a 42. O sea que va a ser difícil conseguir inmunidad de rebaño con la plataforma de vacunas que tenemos nosotros y pensando en escenarios de posibles nuevas variantes. No me resulta obvio que Uruguay pueda conseguir la inmunidad de rebaño en un mediano de meses”, dijo en diálogo con Búsqueda.
El problema, según entiende, se explica por partes: por un lado, la falta de medidas adoptadas por el gobierno, y por otro, que la mayoría de los vacunados del país recibieron la inyección de Sinovac, un fármaco que, al ser de virus inactivado, está teniendo “enormes dificultades para bajar el número de casos” en Chile y San Pablo, dos ejemplos que toma el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) como referencia.
“En definitiva, no es tocando una cosita u otra cosita u otra cosita. Si se quiere hacer esto hay que apagar. Chau. Porque hoy es tan grande la circulación que si cerrás una cosa y no la otra, lo que bloqueás por acá se te traslada por allá. Si bien nosotros en un momento planteamos que las medidas podían ser escalonadas, hoy lo que hay no es suficiente. No fue suficiente”.
En un escenario de alta circulación viral, como el que presenta Uruguay actualmente, las vacunas de virus inactivado, si bien no tuvieron demasiados problemas en el suministro, demandan “mucho tiempo” para actuar y, efectivamente, reducir los contagios, a diferencia de las de ARN mensajero, que demostraron ser “una revolución” gracias a su nivel de eficiencia y su influencia para cortar la transmisión comunitaria “de forma muy fuerte”, indicó Radi.
“En Chile, que es el país que más estamos mirando junto con el estado de San Pablo (porque empezaron antes que nosotros y usan la Coronavac), hay un número de personas con doble dosis e inclusive ellos, que aplicaron medidas restrictivas duras, están teniendo enormes dificultades para bajar el número de casos con la vacuna de virus inactivado”, dijo.
Ante ese panorama, sostuvo que Uruguay debería considerar aplicar una tercera dosis a los vacunados, que “provea de una eficacia que esté en la zona del 95%” y no en 55%, como propiciaron decenas de estudios luego de utilizar Sinovac, para, de esa forma, acercarse a la estrategia de Israel, uno de los países que más cerca se encuentra de abandonar los cuidados sanitarios. Y también, aunque aclaró que no se considera partidario del confinamiento, señaló que será clave seguir extremando cuidados con actividades limitadas.
El integrante del GACH, también presidente de la Academia de Ciencias y profesor catedrático de la Facultad de Medicina, aseguró que, con las perspectivas puestas en el proceso de vacunación, que avanza a un ritmo sin pausas, es igualmente probable que los uruguayos deban asumir un “compromiso” y “seguir resignando calidad de vida” para, tal vez, atravesar una mejor primavera. De lo contrario, cree, “cada uno de nosotros tiene muchas chances de infectarse y pasarla mal”.
“Creo que van a disminuir mucho los casos graves y los fallecidos y que va a quedar remanente de epidemia, brotes cada tanto, recurrente. Y que con un sistema de rastreo y testeo se va a poder controlar. Es decir, estaríamos volviendo a la etapa de setiembre, octubre del año pasado. Con mucha más gente inmunizada y con un impacto mucho menor en el sistema de salud. Pero para salir de la situación de transmisión comunitaria (TC) en la que estamos ahora, tenemos que pasar de la franja TC4 a la TC1 y recién pasar de ahí a brote, que era lo que teníamos en octubre. Y de brotes pasar a casos aislados y después a casos. O sea que tenemos todavía un montón de escalones para bajar. La inmunidad de rebaño va a ir a una situación más parecida a la que teníamos en setiembre del año pasado, pero no va a haber inmunidad en el sentido de que no va a haber infecciones. Seguramente persistan las infecciones”, expresó en la entrevista.
Aferrado a la idea de que el gobierno “aprovechó bastante” el asesoramiento científico durante la pandemia, Radi dijo, por otro lado, que desde el grupo siguen sugiriendo tomar las medidas anunciadas en febrero y, a su parecer, las autoridades en algún momento deberán decir “ahora bajo la térmica”. “Para mí, para nosotros, fue cuando lo planteamos. Nosotros dejamos la pelota picando en el área chica. Lo que pasa es que, bueno, después hay que hacer el gol”.
“Creo que inicialmente la ciencia, la salud, la política y la sociedad estábamos muy acoplados. Y el paso del tiempo y los requerimientos de la sociedad y de la política van generando necesariamente un cierto nivel de desacople entre la ciencia y la toma de decisiones. Nosotros planteamos la evidencia, las decisiones las toman ellos (por los jerarcas del gobierno). Obviamente que, al comienzo, y yo diría durante los seis, siete primeros meses el acoplamiento fue muy alto. Luego —no es hoy el momento de hacer esa evaluación, la haré en su momento— se hizo más difícil sostener en el tiempo ese acoplamiento, que también era muy covidcéntrico, digamos la verdad. Por eso hay que ser muy respetuoso con otras dimensiones, con la gente que se manifiesta en la plaza Independencia pidiendo que se abran los espectáculos públicos. Es totalmente entendible. Ahí hay tensiones que son casi insalvables y las está sufriendo el planeta. Por eso cuando yo planteé blindar abril, planteé un objetivo para tener un mayo mejor. Porque también a la sociedad hay que transmitirle cosas que sean tangibles”, concluyó.
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