Economistas y analistas coinciden en que el hecho no está aislado del contexto internacional (sobre todo de las altas tasas de interés de la FED y la economía estadounidense) y al puzzle de variables domésticas.
El dólar viene en caída en Uruguay , de hecho ayer sumó la novena baja consecutiva y el billete verde rompió el “piso” de $ 38. Esta situación preocupa a los exportadores de bienes (los agropecuarios además vienen golpeados por la sequía) y de servicios.
¿Por qué cae el dólar en Uruguay y parece no tener freno? El País consultó a economistas y otros analistas, quienes coincidieron en que el hecho no está aislado del contexto internacional (sobre todo de las altas tasas de interés de la Reserva Federal y la economía estadounidense) y al puzzle de variables domésticas, como la política del Banco Central (BCU) que hizo más atractivo el peso uruguayo, entre otros factores.
Impacto global
La debilidad del dólar está asociada a un escenario de aterrizaje suave de la economía de Estados Unidos, con una inflación que ha llegado a niveles por encima del 2% en ese país y una pausa en la suba de las tasas de interés por parte de la Fed.
Esto se conjuga con un mayor apetito por la renta variable (en particular acciones) y a una volatilidad financiera global muy baja, que alimenta los flujos de capital hacia algunas economías emergentes. “Este debilitamiento del dólar se ha visto así en Brasil, México, y Uruguay no es una excepción”, dijo a El País Ignacio Umpiérrez, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).
Puzzle doméstico
Al contexto global, se le suman factores domésticos, como la inversión extranjera directa (que está llegando al entorno del 4,5% del Producto Interno Bruto, es decir, elevada en comparación con años anteriores), lo que genera presión a la baja sobre el tipo de cambio por el ingreso de dólares.
Las exportaciones de servicios no tradicionales (software, tecnología de la información, servicios profesionales) también están teniendo alto dinamismo, lo que contribuye a un flujo de dólares considerable en la economía y empuja el precio a la baja. Y otro factor que incide -según Umpiérrez- es la mejora de la calificación crediticia por parte de Fitch y otras calificadoras de riesgo. “Eso genera presiones bajistas sobre el tipo de cambio porque vuelve más atractiva la demanda de activos financieros por parte de Uruguay”, afirmó.
“No podemos olvidar la instancia contractiva de la política monetaria, que viene jugando un rol importante”, agregó.
Sofía Harguindeguy, gerente de Consultoría Económica de Grant Thornton, reparó en que “en este momento, cuando se realiza una inversión en pesos uruguayos, el retorno es atractivo”. Lo cierto es que una política monetaria contractiva, en la línea de controlar o bajar la inflación, hace que el peso uruguayo se valorice.
Consultada sobre qué herramientas se podrían activar para bajar la inflación (además de subir la tasa), Harguindeguy respondió: “Herramientas hay, es cierto, pero la más efectiva es la tasa de interés”.
“Se debería bajar la inflación pero no a costa de las exportaciones”, apuntó también la asesora económica de la Unión de Exportadores (UEU) María Laura Rodríguez.
“Hay otras herramientas que inciden en la inflación, no solo la tasa, sino los costos de producción, los monopolios y otros factores”, agregó al querer destacar que la tasa es un instrumento que afecta al dólar y a las exportaciones. “Hay que buscar otros mecanismos, no es fácil, pero no se trata de mejorar una cosa (la inflación) y empeorar otras (la exportación)”, insistió.
Resumiendo -y simplificando- la situación, la caída del dólar se debe en gran parte a que no existen suficientes compradores en la medida en que el BCU está manejando tasas bastante altas para los títulos en pesos. “La tasa bajó 0,25 puntos en febrero, pero no más”, recordó Rodríguez.
A su entender, es verdad que en el mundo el precio del dólar está bajo, pero en Uruguay lo está mucho más que en la mayoría de los países.
www.elpais.com.uy – Foto: Estefanía Leal