El pasado 31 de octubre la Intendencia de Salto cerró el Refugio para personas en situación de calle que funcionaba desde hace algunos meses en el edificio del ex Hotel Biassetti (Uruguay y Zorrilla).
En ese Refugio habíamos rescatado de la calle a más de 30 personas que se encontraban en las situaciones de mayor precariedad.
Y si bien sabemos que no son todos, hicimos nuestro mayor esfuerzo por ocuparnos de los que están en las condiciones más penosas.
El Ministerio de Desarrollo Social trabajó junto a ellos en la contención y capacitación de hábitos de trabajo, higiene y convivencia de cada uno, porque sus vidas nos importan.
También porque creíamos que ese espacio no fuera solamente un depósito de personas hasta que pase el invierno, ni tampoco un lugar donde haya una cama para dormir bajo techo, sino que fuera un espacio donde estas personas tuvieran una nueva oportunidad para salir adelante.
Porque estamos convencidos y no solo desde el discurso, que no podemos dar ningún uruguayo por perdido, y que estas personas se merecían un nuevo comienzo.
Por eso trabajamos todo este tiempo para ejecutar de verdad políticas públicas que ayuden a que éstas personas pudieran mejorar y hacer que los recursos públicos que fueron utilizados con tanto esfuerzo en ellos, den resultados.
Desde Mides Salto venimos trabajando con varias de estas personas en un programa de voluntariado, en conjunto con las autoridades departamentales de Bomberos. Porque buscamos socios en este emprendimiento humano y social de sacar a la gente adelante, brindándoles herramientas y ayudándolos a reinsertarse a una sociedad que también los necesita.
Pero entre estos socios no pudimos contar con la Intendencia de Salto, que ahora nos termina de dar la espalda, cerrando el refugio para personas en situación de calle y aún sin abrir el refugio para mujeres en situación de violencia.
Pero con esa decisión, el Sr. Intendente de Salto, Alejandro Noboa, no nos está perjudicando a nosotros como Directora del Mides, ni al Ministerio que represento, ni tampoco al Gobierno nacional.
Se la está cobrando a las personas que están en las condiciones más vulnerables, a quienes a diferencia de él, no tienen donde dormir, donde comer, ni dónde poder sentirse en su casa.
Un gobernante debe velar por el interés de la comunidad, pero particularmente por el de las personas que menos tienen, para que puedan salir adelante y pelear codo a codo con la sociedad de la que forman parte. Y un gobernante debería pensar así. Pero lamentablemente no es el caso de Salto.
Porque si el gobierno departamental se jacta de ayudar a los más vulnerables, que expliquen cómo el Mides atiende a más de 40 mil personas, mientras la Intendencia cierra un refugio, dejando en la calle a más de 30 personas para que vuelvan a dormir donde caiga la noche, sin alimentos y sin ningún programa de salida.
El próximo Intendente de Salto Andrés Lima se comprometió en una reunión que tuvimos en mi oficina, que esto no iba a pasar. Ojalá que cuando asuma cumpla su compromiso y se sume a esta tarea.
Hoy es un día triste para Salto pero desde Mides no vamos a bajar los brazos y estamos trabajando para revertirlo junto con el gobierno nacional. Para no dar a ningún uruguayo por perdido.
Florencia Supparo
Directora de Mides Salto