Al que le quepa el saco que se lo ponga
Confieso que estoy manipulando el significado del viejo refrán “al que le quepa el sayo, que se lo ponga”. La bibliografía consultada indica que se trata de una manera indirecta de criticar una acción, hecha de tal forma que sólo se dará cuenta el involucrado. En verdad el objeto de esta nota es señalar directamente una acción por lo menos equivocada, que puede confundir a cientos de miles de habitantes del Norte del país.
Este domingo el Centro de Asistencia Médica ha publicado que, luego de mucho tiempo de trabajo de muchísimas personas entre profesionales y técnicos, en la jornada de hoy empezará a funcionar en Salto un IMAE traumatológico para practicar prótesis de cadera y rodilla, que se hacían en Montevideo. Una página entera en diarios locales ha informado al detalle de tiempos, gestiones, financiamiento, autorizaciones, certificaciones, construcciones y todo lo que hace posible el funcionamiento de una terapia (¿así se dirá?) que atenderá beneficiarios públicos y privados del norte del país. La publicación (al alcance de toda la ciudadanía) sólo expresa gestiones colectivas del CAM y entidades asociadas (Sanatorio Americano), sin ninguna mención a organizaciones o personalidades políticas.
El jueves 19, en la Junta Departamental de Salto en sesión ordinaria, una persona había puesto “nombre y apellido” a ese IMAE: “Carlos Albisu”, por su gestión para la instalación del mencionado servicio de medicina altamente especializada. Transmisión disponible públicamente en página web de la Junta.
Soy salteño, nunca estuve relacionado con el CAM, más que como afiliado, y me cuesta creer que una entidad tan cauta en sus manifestaciones públicas, no cite la gestión de una personalidad local, de la política y la medicina, para la obtención de este logro social. No creo que el Centro Médico ignore ex profeso a alguien de su profesión, si como se dijo en la Junta fue decisivo en la instalación del servicio.
Un edil blanco en la Media Hora Previa, aplaudió el hecho (me sumo), y puso “nombre y apellido” a la gestión (no me sumo, a no ser que alguien me demuestre que es verdad). Por ahora el único documento existente (la entrevista al Centro Médico) lo ignora.
Voy al título: “Al que le quepa el saco, que se lo ponga…”. Como enseñan en la Junta tan pronto uno asume: no debe atribuirse intencionalidad a los dichos de los ediles; no lo hago, pero obviamente resulta motivo de confusión que en un organismo gubernamental se asegure algo, que puede no ser cierto.
Les digo en confianza: le creo al Centro Médico en esta nota del domingo en los diarios. Parece lógico que proyectar, construir, formar personal, invertir millones, obtener certificaciones de alta especialización, sean acciones de muchos anónimos y no de un esclarecido.
Me gustaría estar equivocado y que sólo se trate de un error del edil, motivado por la emoción de aplaudir a alguien muy criticado hasta ahora.
No me atrevo a pensar que esta acción sea fantasiosa y se trate de ser un “lavado de cara”, después de lo de Salto Grande.