El ciclo político, entre elección y elección, además de hacernos vivir de mejor manera debería servirnos para tomar elementos para nuestras futuras decisiones. Cuáles? Las del siguiente ciclo electoral.
Porque a los cinco años nuevamente el más poderoso será el pueblo en las urnas y allí no hay promesa que valga o no debería valerlo.
Y no pasa por un tema de ideologías, no pasa, porque en definitiva hasta el más fanático notará las fallas o los aciertos de sus representantes de turno, la diferencia la harán quienes ratifiquen al que hizo honor del cargo ostentado o castiguen al que abusó del mismo.
Debería ser asumido con naturaleza, ¿quién entiende o toma con naturalidad que aquel que falló no deba ser castigado por su mandante (el pueblo) y en cambio el apoyo pase a otra persona?, porque eso es parte de nuestra hermosa democracia, buscar quien o quienes realmente nos sirvan, cumplan su deber de servidores públicos y gestionen en pos de una vida mejor de los salteños, de los uruguayos.
El gobernante debe gobernar, gestionar para que sus gobernados vivan mejor. En otras palabras, “político electo”, no te votamos para que hables lindo y concretes poco y nada, no te ponemos en un cargo de poder político para solucionarles la vida a los amigos colocándolos en cargos que inclusive a veces les quedan enormes, tampoco te apoyamos “político de turno”, para que te catapultes a una posición más alta aun construyendo una infraestructura con los dineros de los contribuyentes. No te votamos para eso.
Pero siempre llega el momento de corregir esas cosas: donde paramos el clientelismo, el despilfarro, la inactividad, la ineficacia, la falta de gestión.
¿Cuándo? votando, yendo a votar, a votar al Partido Político que nos represente mejor, al que por tradición votamos o tal vez, solo tal vez, dándole oportunidad a otro Partido que proponga algo nuevo en cuanto a personas.
Dándole la chance a quienes no tienen la mochila del fracaso, porque estar en cargos jerárquicos para traicionar al ciudadano además de ser miserable ratifica el fracaso como gobernantes.
Y en Salto hay varias “caras” que asoman como para poder pensar en nuevos desafíos. Ojalá se concreten esas apariciones en todos los partidos, la competencia que eleve la categoría de los postulantes genera un mejor escenario para Salto. Que los mejores exponentes de cada Partido se ponga en consideración con ideas, que los más capaces se pongan en consideración de la gente con proyectos, que los que ya fracasaron den lugar a esas personas.
La ambición debe tener un límite, un freno que si no surge desde los propios “abusadores de confianza” nacerá desde las urnas: quien jugó con nuestra confianza que se dedique a la actividad particular y que dilapide su patrimonio, que ayude a sus amigos, que diga palabras bonitas pero todo sin perjudicar a SALTO.
Dr. Pablo D. Vela Gadea
TERCERA VÍA
PARTIDO COLORADO
