Prioridades
En cualquier ámbito de la vida, ante la planificación o proyección del futuro, surgirán problemas, inconvenientes que nos llevarán a tener que definir prioridades.
Más aún en política porque lo que vamos a gestionar son dineros públicos, recursos de los ciudadanos que pagan sus impuestos directa o indirectamente y quieren recibir a cambio que la ciudad, que el país mínimamente esté en condiciones acordes a ese pago: ciudades limpias, iluminadas, con buenas vías de tránsito, con respeto por el medio ambiente y los animales, regulador cuando así lo disponga la ley, en definitiva, que los gobernantes gestionen, gobiernen sobre los que le mandata la ley.
No es algo que como votantes debemos dejar pasar, todo lo contrario, debemos saber que formas o maneras han tenido determinados políticos estando en funciones o roles que definen que hacer con nuestros recursos.
Porque trabajar con entidades deportivas, sociales, etc., claro que se debe considerar positivo pero debemos exigir que eso sea parte de una política más amplia, de futuro para que esas asociaciones puedan salir adelante por sus propios medios. Ayudar sí pero no mal acostumbrar o que esa ayuda sea “ínfima” para ese club pero grande para la persona que representa ese club (cargo, aumento de grado en el aparato estatal, etc.)
Algo similar en políticas sociales, culturales, etc. No dejar a nadie fuera del sistema pero dentro de un proyecto político, no buscando un voto, un nuevo dirigente, etc., dentro de un proyecto más grande.
Prioridades deben existir aún a sabiendas de que pueden tener un costo político, saber que los electos desde que asumen lo hacen para representar al general, no a quienes los votaron únicamente o no pensar en la próxima elección seduciendo votos por “apoyos”.
La prioridad deben ser las obligaciones básicas del gobierno, nacional y departamental y no poner nuestro dinero en cuestiones que pueden resultar simpáticas o hasta compartibles pero que no hacen al deber estatal y solo se realizan para quedar bién, para que se recuerde luego que ese vestuario en el club lo hizo fulano, esas columnas en la cancha la puso mengano, a tal cantante de moda lo vimos de cerca gracias a sultano.
El político está en política porque tiene vocación de servidor público, bueno en realidad: el político debería estar en política por tener vocación de servidor público. Ya sabemos que eso hoy escasea, podríamos poner como último gran ejemplo a nivel de todo el espectro político lo que fue el Dr. Alejandro Achugarry o un poco más atrás el Dr. Hugo Batalla a nivel nacional o Don Ramón J. Vinci o el Esc. Eduardo Malaquina a nivel local, pero pocos ejemplos más.
Hoy TERCERA VÍA en ese sentido apuesta al Dr. Gustavo Zubía que a pesar de saber que sus planteamientos dentro de la Fiscalía General de la Nación le traerían más problemas que beneficios los hizo y a viva voz, el que a pesar de tener que renunciar como Fiscal salió con un grupo pequeño y logró una banca en diputados para hoy ser en algunos casos la única vos de algunos ciudadanos (jubilados, policías, etc.) y no quedarse en su casa sin hacer nada.
Porque todo no puede ser “pan y circo”, eso terminan doliendo en la economía del gobierno sea departamental o nacional.
No puede ser más urgente hacer un acto partidario disfrazado de reconocimiento como el que hizo la Ing. Cosse con el presidente del Brasil, gastando millones de pesos de los montevideanos que limpiar la capital de la ciudad que está en un abandono total.
No puede ser más urgente o primordial hacer una fiesta de miles de dólares antes que solucionar los problemas reales de los ciudadanos, no puede ser más importante salir en la foto de un puente colgante de dos metros sobre una cañada o la inauguración de dos cuadras con aplacador de polvo que el cierre de hogares para personas con necesidades como existían en Salto.
No todo vale en política por más que algunos, la mayoría lo quieran imponer, el freno comienza a activarse en junio de 2024 pero a pensarlo debemos comenzar ya.
Dr. Pablo Vela Gadea
TERCERA VÍA
PARTIDO COLORADO