La colaboración del ejército y los allanamientos nocturnos
En la búsqueda de seguir aportando a la lucha contra la delincuencia, de sumar herramientas para que la Policía Nacional se vea más respaldada y más contenida, el diputado Gustavo Zubía ha lanzado en los últimos meses dos propuestas que si bien en principio generan polémica hoy en día ya recibe adeptos de otros actores políticos, de otros partidos políticos.
La permanente preocupación de Zubía por quien es considerado el mayor problema que tenemos los uruguayos, la inseguridad, no es ni una novedad ni algo improvisado; sus años de fiscal, su recorrida en los barrios más peligroso de Montevideo y el entender el accionar delictivo lo respaldan.
En ese sentido volvemos a destacar la propuesta de Zubía de que los miembros de las Fuerzas Armadas colaboren con la Policía. Podemos entender un primer impacto pero hoy en día quienes quieren asustar con la idea de “los milicos en las calles” carecen de fundamento de hecho alguno.
Además, aclaremos: la propuesta es para respaldar la acción policial, es decir, sumar personal en por ejemplo los piquetes que se puedan apostar en los barrios más peligrosos de Montevideo o del interior del país, no van a pasearse por una calle principal, queremos ir tras los delincuentes. Aquellos que hablan de la falta de preparación de los soldados debemos decirles estimados lectores que nuestros soldados que participan en las misiones de paz como cascos azules de la ONU realizan precisamente esa tarea (control de paso en puntos peligrosos, búsqueda de armas, etc.) y encima recordar que ya hoy en día en nuestro país, en la frontera seca con Brasil se despliegan soldados en busca de disminuir el contrabando.
La única crítica de recibo: la incompatibilidad constitucional pero que tiene, de existir voluntad política, rápida solución.
Por otro lado, el proyecto de ley de “Allanamientos nocturnos” ya está en el Parlamento esperando poder ser rápidamente ley interpretativa del art. 11 de la Constitución y así nueva herramienta para la Justicia (Policía, Fiscal y Juez).
Hablar primero de los conceptos anticuados que maneja el art. 11 de la carta magna de 1830 (hogar, la noche era considerada dentro de otros extremos, no existía electricidad, etc), es decir, no se puede interpretar al constitucionalista en el mismo sentido que hace casi 200 años.
Por supuesto que se debe generar una serie de garantías que lo permitan: orden judicial escrita por ejemplo.
No serán considerados hogar los “establecimientos comerciales en general; inmuebles casa habitación o apartamentos en situación de abandono o similares, en situación ruinosa o análogas, deshabitadas; galpones; locales industriales, comerciales o deportivos; inmuebles en zonas rurales excepto la casa habitación o vivienda en los mismos; terrenos baldíos, y en general inmuebles de cualquier naturaleza edilicia no construidos con destino a vivienda familiar o personal apto para constituir un hogar” dice el proyecto de Zubía.
La necesidad de nuevas herramientas, el entendimiento de que fundamento legal y fáctico existe comienza a recoger apoyos de propios actores colorados, también del Partido Nacional y hasta de referentes de izquierda como el presidente del Frente Amplio y el presidente del PitCnt.
¿Por qué no como reforma constitucional? Sencillo, estaríamos hablando de un proceso de al menos 2, 3 años y la seguridad nacional necesita respuestas hoy.
El proyecto de ley interpretativa ya está en el Parlamento, la propuesta de sumar a las Fuerzas Armadas a la lucha contra delincuencia también se planteó donde corresponde.
Quienes quieran subirse a la cruzada de Gustavo Zubía por un país más seguro, bienvenidos, tibios abstenerse.
Dr. Pablo D. Vela Gadea
PARTIDO COLORADO