Por el Dr Álvaro Lima

Por el Dr Álvaro Lima

El desempleo es uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta Salto. Sin embargo, cuando analizamos con más profundidad las dinámicas del mercado laboral en nuestro departamento, encontramos que ciertos sectores de la población han sido sistemáticamente excluidos. Por un lado, los jóvenes, que enfrentan barreras estructurales para acceder a su primer empleo. Por otro, las personas mayores de 50 años, cuyas trayectorias laborales son descartadas por un sistema que no reconoce ni valora la experiencia y por la falta de capacitación.

Lo cierto es que esta crisis del empleo en la frontera no es un fenómeno reciente ni espontáneo. Es el resultado de la ausencia de políticas nacionales que respondan a la realidad productiva y social de los departamentos del litoral. Durante el reciente gobierno de Lacalle Pou, Salto y la frontera han sido completamente ignorados en la planificación económica y laboral del país. Mientras Montevideo sigue concentrando la inversión y las oportunidades, nuestra región ha visto crecer la precarización del trabajo, el cierre de empresas y la migración forzada de jóvenes y familias enteras en busca de mejores condiciones de vida.

El modelo de país que promovieron los partidos de la Coalición está diseñado para generar crecimiento en algunos sectores privilegiados, pero no para incluir a todos los uruguayos. Los datos son elocuentes: en Salto, la desocupación juvenil supera el promedio nacional, y los trabajadores mayores de 50 años enfrentan tasas de desempleo que duplican las de Montevideo. Estas cifras no son casualidad. Son la consecuencia directa de un modelo económico que ha abandonado a los departamentos de frontera, ignorando sus particularidades y necesidades.

Proponemos un modelo de inclusión laboral para Salto
Desde la Intendencia de Salto, en coordinación con el próximo gobierno nacional de Yamandú Orsi, impulsaremos una serie de medidas concretas para revertir esta situación y, personalmente, desde la Intendencia trabajaré con el Ministro de Trabajo para alcanzar estos planes.

Para los jóvenes, la falta de experiencia no puede seguir siendo una barrera infranqueable. Vamos a crear un programa de primer empleo real, con incentivos económicos a las empresas que contraten a jóvenes sin experiencia, asegurando que el Estado asuma parte del costo salarial durante el período de inserción. Esto no es una propuesta experimental: es un modelo que ha funcionado en otras economías de la región y que ha demostrado ser efectivo en la reducción del desempleo juvenil.

Además, impulsaremos la creación de un Centro de Innovación y Formación para el Empleo, vinculado con las necesidades productivas locales y en coordinación con INEFOP. Es inadmisible que, en un departamento con potencial en turismo, agroindustria y energías renovables, no se articule un plan de capacitación estratégica que prepare a los trabajadores para los sectores que generan empleo.

 

Recuperar el valor de la experiencia laboral
Para los trabajadores de más de 50 años, la reinserción laboral no puede depender de la buena voluntad de las empresas. Vamos a establecer un régimen de incentivos y subsidios a la contratación, de modo que las empresas que incorporen a trabajadores experimentados accedan a beneficios fiscales directos.

Asimismo, implementaremos un plan de reconversión laboral, con programas de formación en nuevas tecnologías y digitalización, áreas en las que la experiencia puede potenciar la productividad en lugar de ser un obstáculo.

Pero estas medidas locales requieren una coordinación efectiva con el gobierno nacional. Yamandú Orsi ha expresado su compromiso con el desarrollo de la frontera, algo que contrasta con el desinterés absoluto del gobierno de Lacalle Pou, que ha dejado que la brecha entre Montevideo y el interior se profundice sin ofrecer ninguna respuesta estructural después de cinco años en que la población nos vio reclamar por esto una y otra vez.

Una frontera abandonada por el gobierno central
El gobierno de Lacalle Pou no solo ha sido indiferente al problema del desempleo en la frontera, sino que ha tomado decisiones que han agravado la crisis. El aumento del costo de vida, la ausencia de incentivos para el desarrollo productivo local y la falta de políticas de integración con Argentina han generado un impacto devastador en la economía salteña.

El contrabando y la pérdida de competitividad del comercio local no son fenómenos naturales. Son el resultado de la falta de medidas eficaces para mitigar las asimetrías de frontera. El actual gobierno nacional ha actuado con absoluta pasividad, dejando que las fuerzas del mercado definan el destino de miles de trabajadores y pequeños empresarios que hoy están al borde del colapso.

Desde Salto, no podemos esperar más. Necesitamos un gobierno departamental y nacional que entiendan que la frontera no puede seguir siendo una zona olvidada. Vamos a construir un modelo de desarrollo que priorice la generación de empleo, la formación y la inclusión laboral.

No es una promesa de campaña: es una deuda con las miles de familias que han sido abandonadas por este gobierno. Y es hora de saldarla. Con la fuerza de Yamandú, ¡podremos lograrlo!

 

Álvaro Lima
Candidato a Intendente de Salto

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