El presidente Ruglio va por la revancha en Copa Sudamericana tras el duro trance del clásico por el Apertura.
A las 21.30 horas de este jueves, Nacional volverá a recibir a Peñarol en el Gran Parque Central. Pasó casi un siglo para que ambos rivales volvieran a jugar en el estadio de Blanqueada. Y ahora lo harán de nuevo con espacio de apenas días.
Será un partido muy especial dado que los grandes del fútbol uruguayo deben definir una llave de octavos de Copa Sudamericana.
Comparativamente no hay ventajas y menos tratándose de un clásico.
Pero Nacional llega a favor con el golpe psicológico que supuso la victoria del partido por el Torneo Apertura. Fue un triunfo a todo nivel por lo que significó afuera y adentro de la cancha.
Fue un dos a cero resuelto en los últimos minutos del partido. Los autores de los goles fueron dos de los jugadores que la dirigencia del club fue a recuperar en Brasil, luego de la eliminación de Uruguay en Copa América, un operativo que trajo polémicas pero también mostró astucia y previsión de la dirigencia comandada por José Decurnex.
Ese día de partido, viaje en chárter incluido, todo salió bien. Los jugadores Rochet, Ocampo y Cándido jugaron de titulares y fueron figuras.
Los de Peñarol, que también llegaron para jugar, fueron suplentes y el resultado marca que no tuvieron la misma incidencia. “El Cuervo” Torres entró en el segundo tiempo y jugó muy bien, sobre todo en los primeros minutos en cancha, Pero no fue suficiente.
La visita de Peñarol al GPC incluyó también otro golpe de efecto: la recepción del presidente Decurnex a su par aurinegro. El protocolo encontró a Ruglio con una plaqueta de Nacional alusiva al partido pero con un agregado: el desconocimiento de los clásicos jugados antes de que Peñarol se llamase Peñarol y competía bajo el nombre CURCC, como lo señalan los historiadores mirasoles.
Esa continuidad no aceptada por los historiógrafos tricolores estaba reflejada en la plaqueta que aceptó por protocolo el titular aurinegro, y que este jueves irá a devolver tras el malestar causado a nivel institucional.
Como respuesta también a este cuestionamiento del rival de todas las horas, y como un llamado a la rebeldía, Peñarol jugará el primer clásico de la llave de octacos con una camiseta que replica la estética del CURCC., y que ya ha sido usada en varias ocasiones por distintos planteles a lo largo de los años.
El último clásico en el que se usó fue en 1996 en el campus de Maldonado. Resultó triunfo aurinegro: dos goles de Bengoechea y uno de “Pato” Aguilera.
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