La venta del edificio del Ministerio de Turismo en la Ciudad Vieja redundará en un ahorro de 4,5 millones de dólares, informó el titular de esa cartera, Germán Cardoso, tras reunirse con el presidente Lacalle Pou. Agregó que esa dependencia continuará en el predio del puerto, lo que permitirá un ahorro de 3,6 millones dólares en 30 años. En este período, el ahorro en gastos edilicios será de 9 millones de dólares, precisó.
En 2017, el Ministerio de Turismo adquirió una sede de cinco niveles y 4.200 metros cuadrados, en la intersección de Cerrito y Zabala, en Montevideo. La inversión fue de 1,5 millones de dólares.
En rueda de prensa, en Torre Ejecutiva, este martes 10, Cardoso informó que se realizará una subasta pública para vender el edificio de manera transparente. En las próximas horas se concretarán los procesos administrativos correspondientes para publicitar la venta y lograr la mayor cantidad de interesados posibles en el edificio, explicó.
Recordó que en la compra del edificio de Ciudad Vieja se destinaron 1,5 millones de dólares para su adquisición y 1 millón más en la refacción, que aún no culminó. A ello debería sumarse la inversión necesaria para el equipamiento. “La suma total llega a los 4 millones de dólares”, precisó.
El Ministerio de Turismo firmó un comodato por 30 años con la Administración Nacional de Puertos (ANP), para utilizar sus actuales instalaciones, sin costos. Antes, el ministerio abonaba 10.000 dólares mensuales de alquiler para su utilización, afirmó. El ahorro total por la venta del edificio y el comodato con ANP oscilará entre 8 y 9 millones de dólares.
En otro orden, Cardoso anunció un llamado a licitación para renovar la concesión del Casino Hotel Carmelo, ubicado en la ciudad coloniense del mismo nombre, cuya propiedad es del Ministerio de Turismo.
Además, tras el anuncio de apertura de fronteras, la cartera trabaja en la próxima temporada de cruceros. A partir del 1 de noviembre, en los puertos de Uruguay podrán descender personas en excursiones en la modalidad denominada burbuja, sin contacto con la población, lo que no implica riesgos, explicó el subsecretario Remo Monzeglio.