“El dolor te paraliza, te hace perder la memoria, te deja en la quietud, en etapas y en años que se borran”, dijo la comunicadora.
Hace pocos días en Lax.uy, en el programa “Modo Pillo” que conducen Jimmy Castilhos y Jimena Siri, la actriz y conductora uruguaya estuvo invitada y contó una desconocida historia de vida en épocas de la dictadura.
Laura es hija de la profesora María Julia Listur, sobreviviente de la dictadura, y al ser consultada sobre esta historia desconocida dijo: “Me abro a contar esta historia por primera vez porque el dolor, el dolor te paraliza, te hace perder la memoria, te deja en la quietud, en etapas y en años que se borran, es una historia de vida que no la tengo muy clara por el dolor, porque yo era muy chica”.
Los conductores fueron quedando mudos a medida que aparecían detalles desconocidos. “Fue terrible. Mis padres siempre tuvieron ideales izquierdistas, no eran tupamaros. Hacían ollas populares como se hacen ahora, mi madre docente de historia y mi papa escritor, periodista y estanciero con buena posición económica, que siempre ayudaban a los más necesitados. Eso yo vivía en mi niñez: la lucha de mis padres ayudando a los más pobres. Hasta que un día nos entraron de noche, nos arrebatan cosas, allanamientos hacían. Entonces había mucho miedo y había mucho pánico y mis padres decidieron venirse a Montevideo. Ese día hacían una despedida a orillas del Rio Santa Lucia con sus amigos y profesores, a partir de ese día fueron presos”.
“Previamente nos pusieron bombas y fue terrible, en Santa Lucia, dos bombas. El Rufo (Martínez) era chico, hemos mantenido en silencio (esta historia), por respeto a mi madre, por el dolor que sufrió. Ella nunca nos contaba nada. De pronto fue floreciendo la verdad y es difícil recordarlo”.
Advertisement
Para hacer un corte en ese relato cargado de emociones, Jimmy le pregunto por el incidente que había contado su mamá en el programa. “Cuando explotó la bomba en la puerta principal mi padre nos agarró, Rufo era bebé, lo agarró de la cuna para salir por el fondo y otra bomba más explotó. Yo salí en ropa interior, era una niña, congelada de frio, y todo el mundo mirando esa explosión, que quedaron cenizas. En la cuadra quedaron todas las casas sin vidrios y luego no los vi más (a sus padres), y me dio pánico. Vino una vecina a traerme una manta porque estaba desnuda. Fue mi padre el que nos salvó”.
Luego de una pausa, Laura continuó el relato: “Eran tantas las ansias de ver a mis padres… Mis abuelos lucharon mucho, y gracias a mi abuelo que era médico y luego de mucho logró liberarlos, porque eran inocentes. Hace más de cuarenta años que esto pasó y yo no lo hablo. Es más, ni con mis hermanos lo hablamos. Me quede sin casa y nos separaron; luego de la detención nos quedamos con mi tía, que era profesora de piano y del partido nacional, y también la llevaron”.
“Un hermano quedó con mis abuelos, yo con una familia de Santa Lucía, y mi hermano con otra familia. Hasta que un día venía en el ómnibus de Canelones con una amiga de hacer deportes y veo a dos pordioseros, y veo y le digo a mi amiga: “¡Esos son mis padres! Mi madre esquelética y raquítica, los habían soltado ese día, ellos estaban parando ómnibus a ver si los llevaban a Santa Lucia y estábamos en el mismo ómnibus. Ellos con una bolsa negra, bien como los bichicomes que están en la calle, todos sucios, desgreñados. Mi madre pesaría 20 kilos, y los abracé. Se paralizó el ómnibus, fue una cosa impresionante”.
Agregó: “Teníamos por suerte un abuelo que lucho y los rastreaba, porque no se sabía dónde estaban. Eran inocentes, ellos ayudaban al pueblo haciendo ollas populares y yo me crie dando vuelta los ensopados que hacían. Ellos fueron presos por tener ideas diferentes y ayudar a los más pobres”.
Haciendo un corte, Castilhos preguntó que la llevó a guardar silencio tantos años: “Ya te digo Jimmy, fue silencio. Yo no sé si los torturaron o no, o sé, más o menos, de a poco. Fijate que pasaron 40, 50 años. Cuando tenía 17 años hacía teatro con Roberto Jones y estaba en canal 12 y tenía miedo que me echaran, me daba vergüenza, miedo y vergüenza, yo siempre di otra imagen y la gente no podía asociar, creo hasta el día de hoy, no pueden asociarme porque en el canal se ignoraba que mi familia había sufrido esto”.
Jimena le pregunto si su entorno sabia esta historia, a lo que Laura contestó: “Yo solo lo he hablado con una o dos amigas, y ahora con ustedes y está bien que así sea, y siento un alivio, no sé cuantos kilos menos tendré. Cacho (de la Cruz) sabia de esta historia y lo hablamos en alguna oportunidad, en esa época estaba en los programas más relevantes de canal 12”.
Conto que vivió con pesadillas de militares entrando nuevamente en la casa, pero rescató: “La fuerza de mis padres, la fuerza de mi madre, que superaron y siguieron adelante. Ahora pasaron tantos años y mi madre empezó a hablar, hace dos años recién, hace dos años que yo me siento a hablar un poquito más con ella. Lo tenía muy escondido. Cada uno se protege como puede, entonces no sé cómo puede haber tanta insensibilidad cuando dicen: ‘Ya pasó’. No, no pasó”.
Jimena Siri volvió sobre un tema medular y pregunto si había hablado este tema con su hijo Santiago, producto de su relación con Cacho de la Cruz. “Santiago es súper sensible, me ha preguntado y también he tenido cuidado hacia él, para que no sufra, como lo que hizo mi madre con nosotros. Él estaba a mi lado cuando le hicieron la nota a mi mamá Julia. Ese día Santiago me abrazó (tanto) que me estrujó y me dijo: ‘Nunca se sabe nada de vos, de esa parte de tu vida y como la mantuviste en silencio, mamá. Porque nunca lo dijiste’. Yo soy la hija de mi madre, que fue presa torturada, pero ya salió. Yo soy la hija. Mi padre ya falleció y mi madre está con vida, pero hay agrupaciones de hijos que siguen buscando a sus padres. No sé si le preguntaría si fue torturada y si eso le traería nuevamente dolor, yo la adoro a mi madre, no sé si quiero remover más de lo que ella se ha animado. Hacer documentales como protagonista, ganando premios en Francia, en Lyon, sobre la memoria de Santa Lucia. No sé si me animo a ir a lo crudo, son temas que nos marcaron a fuego. Los desaparecidos, la dictadura, recuerdo y me quedo atragantada”.
por Gustavo Descalzi