“Amerita que la sociedad toda, y no solo el Gobierno, reconozca a quienes nos defienden en situaciones extremas”, reflexionó el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, al participar este viernes 20 en la conmemoración del Día del Policía Caído en Cumplimiento del Deber. El mandatario añadió que es necesario comprometerse a lograr una sociedad donde la paz social y la tranquilidad sean la regla y no la excepción.
En la ceremonia desarrollada en la Plaza de la Policía, en Montevideo, también participaron el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, el subsecretario de la cartera, Guillermo Maciel, el director nacional de Policía, Diego Fernández, autoridades policiales, políticas y ministeriales e invitados especiales.
En la oportunidad, se entregaron medallas de honor a las familias de los siete policías fallecidos en 2020 durante el ejercicio de su función. La conmemoración tuvo lugar en el espacio donde se rinde homenaje a cada funcionario que perdió su vida en defensa de la comunidad. La fecha del 20 de noviembre fue instalada en forma oficial en 2008.
La sociedad toda, no solo el Gobierno, debe reconocer y agradecer a quienes a diario, en todo el país, en lugares complejos y a veces en situaciones extremas, defienden a los ciudadanos, declaró Lacalle Pou a los medios de comunicación, tras la ceremonia.
Para el mandatario, a veces se escucha una sola voz cuando hay eventuales problemas en los procedimientos, pero es necesario entender la función policial y el momento en que se lleva adelante la acción, así como homenajear a los caídos y a sus familias, que sufren y padecen, reflexionó.
El presidente de la República recibió de manos de una niña, familiar de un policía fallecido este año, la replica en miniatura de un efectivo policial y se comprometió a mantenerlo en su despacho como agradecimiento.
Ante la consulta acerca de la capacitación para los policías, Lacalle Pou consideró que debe ser continua: prácticas de tiro, tácticas, avances y actualizarse ante nuevos delitos. Aunque reconoció que es difícil cuando se generan situaciones de violencia desmedida por parte de la delincuencia, porque no se respeta la vida de los ciudadanos ni la de los policías, no existen carencias en la formación, remarcó.
Sobre la situación de seguridad en el país, dijo: “Puedo tener una visión del respaldo policial y de la tranquilidad de la ciudadanía, pero la mejora de la seguridad pública tiene que ver con la paz social, que es la disminución de los delitos y la tranquilidad de los uruguayos para llevar adelante su vida”, indicó. Y añadió: “El sueño de una sociedad sin delitos es una utopía, pero comprometernos a una sociedad en que la paz social sea la regla y no la excepción es el camino”.
El mandatario calificó de extrema la violencia que, en general, genera el narcotráfico. “No podemos entrar en lo que siempre criticamos, de evaluar una muerte clase A o clase B”, puntualizó. Explicó que ese es un delito de carácter internacional, por el ingreso de sustancias, y, luego, uno nacional, por la distribución, pero además abarca otras actividades delictivas, como los homicidios.
Asimismo, reiteró que no se van a clasificar vidas entre civiles o policiales y recordó que el policía previene el delito y acude a proteger a la ciudadanía en una situación de violencia, arriesgando su vida, por lo que merece ser homenajeado.
Por su parte, Larrañaga mencionó en su oratoria que el Gobierno respeta y respalda a la Policía nacional. Agradeció a las familias de cada uno de aquellos policías que dieron lo mejor de sí por llevar adelante su función en la preservación de la convivencia. “Podemos dar un mensaje a la Policía y a las familias: estamos juntos”, señaló.