El reconocido director técnico murió a los 69 años tras una recaída de un cáncer de próstata con el que luchó hasta el final.
El director técnico de Boca falleció a los 69 años este miércoles, cerca de las 19, en su casa de Capital Federal, rodeado por familiares y seres queridos.
El entrenador, referente de la Copa Libertadores 2007, padecía una recaída en la enfermedad de base que minó su estado en las últimas semanas.
Un setiembre con altibajos de salud
La salud de Russo empezó a causar preocupación luego de haber sido internado tres veces en casi un mes.
A finales de setiembre, fuentes cercanas al club dijeron a la AFP que el entrenador había sido hospitalizado el día 24 mientras se realizaba una batería de estudios médicos, y que se reincorporaría pronto a las prácticas.
Sin embargo, el técnico que llevó al Xeneize a alzar su última Copa Libertadores, en 2007, ha estado ausente en el banco desde entonces.
Miguelito asumió las riendas del equipo por tercera vez en junio, en medio de un evidente deterioro físico.
Una de las primeras imágenes que causaron inquietud se dio a finales de agosto, durante un partido en el que Boca venció a Aldosivi en Mar del Plata, cuando se lo vio decaído y somnoliento en el banco de suplentes.
El DT luego reapareció al mando frente a Rosario Central, donde fue ovacionado por la hinchada rosarina, que lo considera casi un prócer, y después acudió a La Bombonera para dirigir ante Central Córdoba, el 21 de setiembre.
Russo ya había mostrado una fuerza similar en diciembre de 2017, cuando ganó el título de la liga de Colombia al mando de Millonarios un día después de haber recibido una sesión de quimioterapia en Bogotá.
“Hubo muchos que dijeron tonterías, que me entran por un oído y me salen por el otro. El que sabe de su salud es uno, el resto no. Si yo estoy trabajando es porque tengo el alta de todo, también de mi familia”, había afirmado el timonel a mediados del mes pasado.
FútbolUy – oto: AFP – Patricia de Melo