Gonzalo Moratorio, el único latinoamericano entre los 10 científicos destacados de Nature (y cómo ayudó a que Uruguay tenga menos de 100 muertos por coronavirus)

Al científico uruguayo Gonzalo Moratorio se le acerca gente en su país a agradecerle lo que ha logrado con su equipo: desarrollar tests nacionales de diagnóstico del virus de la covid-19 que han permitido contener el impacto de la pandemia.

El virólogo es el único latinoamericano en la lista de este año de “Los 10 de Nature”, la selección de 10 individuos que, según la prestigiosa publicación científica británica, “fueron parte de algunos de los mayores eventos en el mundo de la ciencia en 2020”.
Moratorio, señala Nature, “trabajó con colegas para desarrollar tests de diagnóstico del virus de la covid-19 que ayudaron a su país a evadir una cascada de infecciones y muertes”.
Qué tan preocupante es la aparición de una nueva cepa de coronavirus como la detectada en Reino Unido
El científico es responsable del Laboratorio de Evolución Experimental de Virus en el Institut Pasteur de Montevideo, y es profesor de virología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, Udelar.
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El investigador de 37 años, a quien Nature describe como un “cazador de coronavirus”, no sólo logró con sus colegas que Uruguay tuviera rápidamente sus propios tests de diagnóstico, sino que fueran realizados por una red de laboratorios en el interior del país.

Moratorio se graduó en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República e hizo un posgrado en el Institut Pasteur en Montevideo, antes de partir a formarse en el exterior, primero en Brasil y luego en California y en París, donde hizo un posdoctorado en el Instituto Pasteur entre 2012 y 2018.

¿Qué lo llevó a regresar a Uruguay?

“El que me fui para volver, me fui para intentar formarme y ponerle cara a los nombres de los artículos científicos que leía y admiraba y tuve la suerte de trabajar directamente con quien quería trabajar”.

Moratorio trabajó en el laboratorio del virólogo argentino Raúl Andino en la Universidad de California en San Francisco.

Y luego en el laboratorio de virología de Marco Vignuzzi, “que fue mi jefe en París y había sido posdoc de Raúl Andino”.

Pudo continuar su carrera en el exterior pero decidió regresar.

“Tengo mis raíces en Uruguay y tenía ganas de volver y montar una escuela de virología diferente a lo que había acá, y poder transmitir un poco de todo lo que pasé desde el punto de vista formativo”.

Lecciones de la pandemia

Moratorio cree que la pandemia ha dejado muy en claro la importancia de invertir en ciencia y valorar a los científicos.

“De las grandes lecciones yo creo que deberíamos considerar es que la ciencia es tan transversal en todas las actividades que realizamos como lo es la actividad financiera”.

“No hay ningún ministerio que pueda funcionar sin que se contemplen los números, los ingresos, etc. Pensemos lo mismo poniendo ciencia, poniendo el pienso, algo que aporte valor agregado, que mejore los procesos, que los haga más sustentables y más beneficiosos”.

“Al final del día lo que tiene que hacer la ciencia es mejorar nuestra calidad de vida como especie, y creo que esta pandemia dejó claro que el aporte científico, si fuera pensado desde cada rincón de lo que hace un país, puede ser superlativo“.

“Hay que aportar y poner a los científicos a trabajar en toda la red de infraestructura del país para mejorar cada uno de nuestros procesos”.

Una niña en una escuela en Uruguay con mascarillas poniéndose gel con alcohol en las manos
Las medidas implementadas en Uruguay han logrado mantener el número de muertes por debajo de 100. (95 al 15 de diciembre).

Para ello es fundamental, según el investigador, aumentar el porcentaje del PIB, o Producto Interno Bruto, que se invierte en ciencia.

“En Uruguay anda en el 0,4%, es de los porcentajes más bajos en toda la región, es realmente muy triste, prácticamente es un sistema muy joven, muy mal atendido”.

Moratorio cree que es esencial que el porcentaje de inversión en ciencia sea de al menos el 1% del PIB.

“Está demostrado en mucho países, por ejemplo países escandinavos o Corea del Sur, países que tenían otro perfil de países productores de materias, que luego de invertir en ciencia y tecnología en 15 años lo que aumentó en 5 o 10 puntos fue el PIB global, general del país”.

“Hay que tener muchísima pasión”

Gonzalo Moratorio es hoy una figura conocida por muchos uruguayos.

Le agradecen su aporte para contener la pandemia incluso cuando realiza algunas de sus actividades fuera de la investigación.

El científico es surfista y además dirige un equipo de fútbol, Arquitectura Juniors, en la Liga Universitaria de su país.

Incluso a veces, cuando come con los miembros del laboratorio en un restaurante, algún comensal les hace llegar de regalo una cerveza.

Son pequeños y valiosos reconocimientos del aporte de quienes dedican su vida a la ciencia.

¿Qué aconsejaría Gonzalo Moratorio a jóvenes que se inician en la investigación?

“Yo creo que si la carrera científica me dio algo fue la lección, y me la sigue dando con estos mimos al alma, de que lo más importante no es ganarle a nadie sino volverse a levantar“.

“Hay que tener muchísima pasión, sin pasión no logramos nuestros objetivos. Muchísima pasión y muchísimo compromiso”.

“Y hay que tenerle miedo a los sueños de uno, porque si uno no les tiene miedo no son lo suficientemente grandes”.

Alejandra Martins   – BBC News Mundo

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