En una extensa entrevista de carácter intimista, profunda y emocional, el periodista y analista político Mario Kroeff puso en relieve la destacadísima trayectoria política del senador Germán Coutinho.
«Me puse a buscar antecedentes y no he encontrado un legajo mejor en la política salteña», afirmó Kroeff, y enumeró los logros más destacados del líder de Vamos Salto, en los que se incluye haber sido intendente de Salto, diputado electo, senador de la República tres veces consecutivas (vicepresidente primero del cuerpo) y un notable articulador en el marco de la coalición que gobernó al país en los últimos cinco años.
«Soy un buen hijo de la reforma del 96», sintetizó Coutinho, dejando en claro que desde la reforma constitucional de 1996 que estableció la obligatoriedad de las elecciones internas, él y su agrupación han ganado todas instancias electorales de su partido.
El entrevistado dejó en claro que en este largo camino no todo es satisfacción, porque le duelen «esos enfrentamientos crueles, a todo o nada» que se originan desde otras agrupaciones sin medir las consecuencias. Porque no se tiene en cuenta ni se respeta que Coutinho es, ante todo, un gran capital político del Partido Colorado.
Además, al líder colorado le sorprende la virulencia de los ataques que provienen de la propia interna, ya que «siempre hice política “a favor de” y nunca en contra de alguien. Todo lo que hice ha sido desde el amor a mi país, a mi departamento y a mi partido», agregó.
Por su parte Kroeff, haciendo gala de su amplio conocimiento de la historia política, llevó la charla hasta principios de este siglo, cuando Coutinho comenzó a destacarse en el gobierno departamental que por entonces encabezaba el Esc. Eduardo Malaquina. También recordó los duros momentos durante la crisis que impactó fuertemente en el gobierno del Dr. Jorge Batlle, que dejó al Partido Colorado en sus niveles mínimos de popularidad. Sin embargo, el líder de Vamos Salto reivindica la forma en que Batlle enfrentó la peor crisis económica de la historia del país, priorizando los intereses nacionales ante cualquier cálculo político.
«Después, Tabaré Vázquez y Danilo Astori terminaron elogiando las medidas que se habían tomado», recordó Coutinho.
En ese escenario de enormes dificultades nació Batllistas Para Siempre, la agrupación que encarnaba el sentimiento de aquellos tiempos: «Seguir siendo colorados y batllistas, pase lo que pase». Así recordó Coutinho esa histórica decisión que fue la base fundamental de lo que más adelante (1º de mazo de 2007) sería la creación de Vamos Salto y Vamos Uruguay.
«La noche del 8 de julio de 2005 salimos de la Intendencia, acompañamos a Malaquina hasta la Casa del Partido Colorado y de allí nos fuimos a mi casa para empezar a pensar la estrategia para regresar a la Intendencia», rememoró Coutinho.
Cuando Kroeff destacó las fortalezas del líder colorado para resurgir con más fuerza de situaciones difíciles, el entrevistado reveló que esa faceta la aprendió de su madre, quien fue una eterna luchadora y siempre supo vencer las adversidades. «Ella siempre nos decía que cuanto más dificultades había más fuerte había que ponerse para enfrentarlas y sobreponerse. Yo soy hijo de ese pensamiento, por eso en las difíciles es cuando más me involucro, haciendo el mayor esfuerzo y trabajando el doble».
Kroeff hizo propicio el momento para trazar un paralelismo entre Coutinho y Jorge Batlle, de quien dijo que se caracterizaba por su entusiasmo. El entrevistado asintió y agregó que también compartían otro rasgo con el expresidente y es su «gran optimismo. Jorge era un gran optimista, como lo soy yo».
En otro pasaje del diálogo, el líder de Vamos Salto se refirió a la importancia de las elecciones del 30 de junio, donde apuesta todo su esfuerzo a Tabaré Viera, por ser quien mejor representa al Interior y en particular a los intereses del norte del país.
Coutinho confía en poder liderar la Coalición Republicana en Salto y así recuperar el gobierno departamental. Para él no sería una novedad conducir un gobierno de coalición, ya que entre 2010 y 2015 su gabinete estuvo integrado por representantes de distintos partidos políticos, en lo que fue el primer gobierno multipartidario de la historia, cuando a nivel nacional aún no se hablaba de proyectos coalicionistas.