Fuentes del caso indicaron que podría haber existido un falso testimonio.
El exdirector de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Gustavo Leal, declarará el próximo martes por primera vez como indagado en el marco del caso Astesiano.
El exjerarca frenteamplista fue citado por la fiscal Gabriela Fossati, quien el jueves pasado, después de escuchar sus explicaciones como testigo de la causa, definió que pasara a ser investigado por su presunta implicancia en los hechos a estudio.
Según supo El País, esta fue la dependencia del Ministerio del Interior que le tomó declaraciones al padre del excustodio Alejandro Astesiano, Raúl Astesiano, y a sus dos hermanos, Raúl Carlos y Fabricio. Fossati los convocó como testigos luego de que, desde la cárcel de Punta de Rieles, el ahora condenado denunciara ante las autoridades penitenciarias que Leal había visitado a sus padres en Barra do Chui, Brasil, y les había ofrecido dinero para traslados.
En menos de media hora, después de escuchar las explicaciones primarias de Leal, Fossati determinó que pasara a figurar como indagado de la causa, siendo el primer dirigente político investigado bajo esa carátula en el caso.
¿Qué hizo que la fiscal cambiara de decisión? Según fuentes vinculadas a la causa, Leal fue “poco creíble” al explicar el encuentro. Esta sospecha llevó a que Fossati se preguntara si el sociólogo podría haber incurrido en los delitos de falso testimonio y, eventualmente, encubrimiento, algo que se determinará a posteriori.
Si bien en Uruguay no existe el delito de entorpecimiento de la investigación, los testigos están obligados a decir la verdad. El jueves pasado, Leal podría haber incumplido este principio general.
Bajo este manto de dudas, además, Fossati no descarta la posibilidad de que el exdirector estuviera encubriendo otro delito a partir del intercambio que mantuvo con los Astesiano. Según la familia del excustodio, la visita duró entre 15 y 17 minutos.
Ambas partes coinciden en que Leal no ofreció dinero y en que la familia se había mostrado interesada en hablar con alguien de la oposición porque Astesiano había asumido la responsabilidad por todos los delitos investigados. Esta fue la versión con la que el Frente Amplio ha machacado, mientras que Leal mantuvo silencio luego del paso a indagado.
En diálogo con la prensa, Camaño remarcó que “las conversaciones entre personas están fuera de la autoridad de los fiscales” y que “no hay jurisdicción” para investigar el encuentro, que se dio en Brasil. “Una conversación como tal no puede ser objeto de una investigación penal. Tampoco los motivos de una conversación. Vamos a escuchar lo que tiene para decir la Fiscalía”, dijo.
Ayer de mañana, el abogado que defiende a Leal, Diego Camaño, le entregó un escrito a la Fiscalía. En él le pidió que aclarara cuáles eran los hechos aparentemente delictivos por los que su cliente es indagado , y por qué habían actuado oficiales de Asuntos Internos en el caso.
Versión
En tanto, la familia Astesiano insiste con su versión. El hermano mayor, Raúl, que declaró ante Asuntos Internos, aseguró a El País que tienen almacenada información que podría comprometer a figuras del gobierno. Y que, si el excustodio presidencial lo pide, están dispuestos a revelarla.
“Cuando Alejandro diga ‘hasta acá llegué’, se sabrá toda la verdad. Cuando vea que la cosa se le complicó mucho, suponemos todos que va a decidir hablar. Va a salir toda la familia”, advirtió el hermano mayor.
Raúl Astesiano descartó que vayan a presentar una denuncia penal y negó que esta información fuera objeto de conversación en la visita de Leal a sus padres. Según dijo, se trata de “textuales palabras” que su hermano expresó a miembros de la familia en intercambios “personales”.
“Tenemos la fecha y cómo corroborar todo”, aseguró el mayor de los Astesiano, pero no quiso dar más detalles sobre cómo está documentada la información. Aseguró, sin embargo, que los datos apuntan hasta al propio presidente Luis Lacalle Pou.
Fabricio Astesiano, el tercero de los hermanos, llegó a trabajar en la guardia presidencial, informó Crónicas del Este y confirmó su hermano Raúl, que precisó que este rol solo se dio en la asunción del mandatario en 2020.
Desde la cárcel, el exjefe de la custodia presidencial está en contacto telefónico con su esposa y con su hermano Fabricio. Raúl Astesiano, sin embargo, negó que el exguardaespalda busque que la familia filtre información. “Él no nos dice qué tenemos que decir ni qué no tenemos que decir. Si fuera por él, no tendríamos que decir nada”, afirmó.
Como informó El Observador, Astesiano sacó a su padre de la lista de visitas en prisión cuando denunció ante las autoridades penitenciarias el encuentro con Leal.
Por otro lado, Raúl Astesiano, mantuvo las críticas y denuncias contra figuras del gobierno. En diálogo con Telemundo, había acusado al secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, de “mentiroso compulsivo”. Entonces denunció que el jerarca se había reunido con un matrimonio ruso que pretendía comprar un frigorífico pero no alcanzó un acuerdo. El encuentro había sido propiciado por su hermano, según Raúl Astesiano, pero luego Delgado negó su participación cuando la fiscal Fossati le preguntó al respecto.
Cuestionamientos
La decisión de Fossati fue cuestionada por la coalición de izquierda. Sin ir más lejos, su presidente, Fernando Pereira, señaló ayer en Desayunos Informales (Canal 12) que la indagatoria a partir de una visita sin apariencia delictiva -sin explicar por qué- sonaba “rara”, siendo “educado y respetuoso”. “Lo de Leal es una mala anécdota de lo que no debe hacer un fiscal”, dijo. Y agregó que “la Justicia no siempre es tan justa”, si bien Fossati tenía el derecho de indagar a Leal.
“No sé si es animosidad, pero estoy convencido de que (Fossati) no ha actuado de acuerdo a derecho”, apuntó, y señaló que la decisión de indagar a Leal, por ahora, “suena a empujones políticos” y “a distracción de un tema que es grave para el gobierno”.
Además, Pereira cuestionó el uso político de la situación por parte del gobierno. Y dijo que estaba “convencido” de que a Leal “le hicieron una cama” aunque no tenía cómo probarlo.
Fiscal optó por Asuntos Internos porque indaga a otras unidades
Fossati optó por Asuntos Internos porque investiga a otras unidades policiales, indicaron a El País fuentes al tanto del caso.
Cuando la fiscal de Flagrancia comenzó a investigar la trama de falsificación de documentos para hacer pasaportes, por la que cayó Astesiano, se apoyó en un equipo de tres oficiales de la Dirección Nacional de Inteligencia Policial.
Los oficiales y Fiscalía trabajaron en reserva durante semanas. El punto de quiebre se dio con la detención del excustodio presidencial, cuando regresó de un viaje familiar de Lacalle Pou en Costa Rica, a fines de setiembre.
Para la detención de Astesiano, Fossati dispuso que dos equipos policiales se instalaran en la base aérea y en la casa de Astesiano. También ordenó que se hiciera un seguimiento de Astesiano y se lo detuviera en la casa después del aterrizaje.
Con esta estrategia, la fiscal buscaba incautar todos los celulares de Astesiano. No obstante, el plan no se dio como la fiscal esperaba. Por la supuesta falta de vehículos, los equipos de Inteligencia no fueron a ninguno de los dos puntos pautados.
policías actuantes optaron por conformar un equipo liderado por un jerarca de esa oficina y detener a Astesiano cuando arribara a la residencia presidencial de Suárez y Reyes. Según las fuentes, Fossati no fue informada oportunamente del cambio.
Los oficiales se identificaron ante la guardia e ingresaron al edificio. Una funcionaria llamó a Astesiano.
Poco después, los desencuentros entre Fossati y los policías actuantes continuaron, como por ejemplo, cuando desoyeron el pedido de guardar absoluta reserva.
www.elpais.com.uy – Foto: Leonardo Mainé