La embajada en el vecino país organizó festejos que incluyeron la iluminación de varios edificios de color azul y una cena multitudinaria.
Cuando el embajador Carlos Enciso celebró en 2020 el 195º aniversario de la Declaratoria de la Independencia de Uruguay en Buenos Aires, recién impuesto en el cargo, lo hizo acompañado del agregado militar y uno de sus ministros consejeros. Fue en plena pandemia, y la entrega floral en el monumento de José Artigas, en la plaza Uruguay, sobre la avenida Libertador, fue por poco concedida por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires como una excepción a los protocolos sanitarios.
A diferencia de aquella vez, al acto central de ayer, que se hizo al mediodía, bajo la sombra del monumento de Artigas que a duras penas frenaba el insólito calor de agosto, asistió un centenar de personas que incluía desde niños de distintas escuelas, hasta el Cuerpo de Blandengues de Artigas y el Regimiento de Granaderos General San Martín, además de diversos invitados de la sociedad civil, como el presidente de Buquebús y la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya, Juan Carlos López Mena.
Diario El Pais
“El año pasado ya pudimos celebrarlo con un poco más de aforo, y ahora fue todo con más envergadura, con un despliegue importante”, reconoció el embajador en diálogo con El País.
En su discurso, en el que repasó la gesta histórica de los Treinta y Tres Orientales y el contenido de las tres leyes redactadas en Florida -departamento del que fue intendente-, destinó unas líneas a la coyuntura política regional. Dijo que, a su criterio, hay que enfocarse en la “solidaridad de los pueblos” uruguayo y argentino, y en “la permanente amistad que pasa por encima de los gobiernos de turno”, para intentar así no mirar hacia atrás.
“Hoy la relación con los vecinos es clave en el marco del Mercosur, pero no es momento de inmiscuirnos ahora en un relato de nuestras relaciones, que son óptimas y que siempre son perfectibles”, señaló el embajador y líder del grupo Dale del Partido Nacional.
“Hoy tenemos que ver hacia adelante los procesos políticos e históricos que tenemos que conjugar frente a los desafíos que impone el mundo”, agregó Enciso, que también destacó la importancia de siempre “seguir tendiendo puentes” y profundizar el “acervo de comunidades espirituales” históricamente hermanadas.
Iluminar edificios históricos de la ciudad de Buenos Aires con el color azul “cayó muy bien” el año pasado, dijo a El País el embajador. Porque en 2021 todavía estaba la limitación del aforo, y el cuerpo diplomático tuvo la idea de celebrar de esa forma los 196 años de la independencia nacional.
Por eso ayer se repitió la experiencia, pero con una diferencia: la iluminación no solo tuvo lugar en el Obelisco, el Palacio Lezama, la Usina del Arte, el Planetario, carteles de tránsito y la propia residencia del embajador, entre otros edificios y lugares bonaerense. También llegó el manto azul a edificios y monumentos de otros puntos de Argentina, como ser en Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, La Rioja, Santa Fe, Rosario y Salta.
“Esto es algo que vino para quedarse, como algo virtuoso del hermanamiento, la identidad y un lindo nacionalismo para los uruguayos en la diáspora”, concluyó el embajador Enciso, que también afirmó que “una misión diplomática tiene que buscar estos simbolismos, fuertes e identitarios”.
Los 100 años de la escuela Uruguay
En agosto de 1922 también se fundó la Escuela número 15, que lleva por nombre República Oriental del Uruguay, por lo que también celebró un especial aniversario esta semana, ya que la institución cumplió 100 años. Por ese motivo, el embajador Carlos Enciso, acompañado por el cuerpo diplomático, visitó este miércoles la escuela, que festejó el siglo de vida con un concurrido y extenso acto escolar.