Se trató de una operación a gran escala atribuida a Israel
Una operación a gran escala atribuida a Israel provocó la explosión simultánea de cientos de aparatos buscapersonas en manos de miembros del grupo chií Hizbulá este martes de forma simultánea en varios puntos del Líbano, matando a al menos nueve personas e hiriendo a otras 2.800.
Sobre las 15:30 hora local, los buscapersonas explotaron en diferentes lugares, principalmente del sur del país y en los suburbios meridionales de Beirut, ambos controlados por el movimiento chií, sin que todavía esté claro cómo fueron manipulados los aparatos.
La formación chií confirmó en un comunicado que los mensáfonos estaban «en posesión de varios trabajadores en diferentes unidades e instituciones de Hizbulá», y posteriormente atribuyó la autoría de la operación a Israel, con quien libra un conflicto fronterizo desde el pasado octubre.
«Tras examinar todos los hechos, datos actuales e información disponible sobre el malvado ataque ocurrido esta tarde, consideramos al enemigo israelí como total responsable de esa agresión criminal que también tuvo como objetivo a civiles y que mató a varias personas», dijo en una segunda nota.
Casi 3.000 heridos
En concreto, las explosiones mataron a nueve personas, entre ellas un niño, e hirieron a más de 2.800, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
El titular de ese departamento gubernamental, Firas Abiad, explicó en una breve comparecencia de prensa que la mayoría de los heridos sufrieron daños en la cara, las manos o el abdomen, y agregó que entre ellos hay cerca de 200 pacientes en estado crítico.
Tras el incidente, sirenas de ambulancia resonaron de forma significativa por Beirut, donde el traslado de tal número de heridos a los diferentes hospitales también llegó a afectar el tráfico.
Dada la gran cantidad de víctimas, el Ministerio de Salud Pública del Líbano llamó inmediatamente a «todos» los hospitales en las áreas afectadas a que activaran el nivel de «alerta máxima» y se prepararan para lidiar con una «necesidad urgente de servicios sanitarios de emergencia».
También la Cruz Roja libanesa movilizó a decenas de ambulancias y cientos de técnicos de emergencias, entre llamados urgentes de diversas ONG y grupos de la Defensa Civil a donar sangre.
Entre los heridos está el embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, quien se encuentra en “buen” estado tras sufrir una herida superficial por una de las deflagraciones, según dijo en su cuenta de X la legación diplomática iraní.
Asimismo, el suceso acabó con la vida de un hijo del parlamentario de Hizbulá Ali Ammar y causó al menos 14 heridos en Siria, donde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos contabilizó cuatro víctimas en Damasco y otras diez en dos áreas de sus alrededores.
Atribución de autoría
El Ministerio de Exteriores libanés también atribuyó el incidente de este martes a un «ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de buscapersonas», e informó de que está preparando una queja al respecto para presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
«Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje», denunció el departamento gubernamental en un comunicado.
Sin embargo, el Estado hebreo todavía no se ha pronunciado al respecto ni el Líbano ha ofrecido detalles sobre cómo cree que pudieron ser infiltrados los mensáfonos.
En declaraciones a la prensa, el ministro libanés de Telecomunicaciones, Johnny Corm, detalló que el cargamento de buscapersonas afectado había llegado «recientemente» al país y que las baterías de los aparatos se recalentaron antes de que fueran detonados, quizás «a distancia».
«Debemos saber cómo y cuándo entró ese cargamento de dispositivos al Líbano, a qué compañía pertenecen, quién es su dueño. Debemos conocer más detalles para saber cómo funciona este dispositivo y cómo entró al Líbano», indicó el ministro.
El Ministerio de Educación anunció en un comunicado el cierre de todas las instituciones académicas del país, públicas y privadas, para condenar mañana «el acto criminal cometido por el enemigo israelí». EFE