Ocurrió en Inglaterra. Diez días bastaron para que el anfitrión se enloqueciera por la recién llegada.
El británico, Tony Garnett, de 29 años, dejó un matrimonio de 10 años y dos hijas para vivir con una refugiada ucraniana que albergó en su casa.
Tony y su esposa Lorna alojaron a la ucraniana Sofiia Karkadym en su casa de Bradford, Reino Unido, durante 10 días. Según medios locales, Sofía huyó de su ciudad natal de Lviv, en el oeste de Ucrania, que ha sido devastada por la guerra con Rusia. Después de recibir la invitación de la pareja, voló a Manchester el 4 de mayo, luego de esperar semanas en Berlín, Alemania, para que se aprobara su visa del Reino Unido.
La idea de recibir a la ucraniana en su casa habría sido de Lorna. Ella dijo que se sintió conmovida por la situación y pensó sería una forma de ayudar. El esposo estuvo de acuerdo y recurrieron a Facebook para encontrar en las páginas de ayuda la forma de recibir refugiados.
“Decidí que era lo correcto, poner un techo sobre la cabeza de alguien y ayudar cuando estaban en una situación desesperada. Y así me pagó Sofía por darle un hogar”, cuenta Lorna.
Tony solicitó el divorcio de su esposa y se mudó con la ucraniana a la casa de sus padres. En una entrevista con el tabloide local The Sun, Lorna dijo que notó el interés entre ellos, pero que no creía que él dejaría a la familia por eso.
“Tenía el ojo puesto en Anthony [Tony] desde el principio, decidió que lo quería y se lo llevó”, dijo. “A ella no le importaba la devastación que dejó atrás. Todo mi mundo quedó patas arriba en dos semanas”, lamentó.
En cuanto se vieron, Tony y Sofía quedaron flechados, y días después el anfitrión tomó la decisión de pasar su vida con la joven refugiada. “En casa me di cuenta de que buscábamos excusas para tocarnos, había mucho coqueteo pero no pasó nada más en esa etapa”, dijo el hombre.
Ambos tenían como elemento en común el habla fluida de la lengua eslovaca, lo que les permitía mantener largas conversaciones en las que Lorna quedaba excluida, algo que le producía incomodidad.
“Nos llevábamos muy bien, pero en ese entonces no era más que eso, aunque puedo ver que Lorna comenzó a sentir celos y resentimiento hacia ella”, explicó Tony.
Entrevistado por el mismo periódico, Tony dijo lamentar la situación que está atravesando Lorna. “No fue su culpa y no sucedió porque ella hiciera algo malo. Nunca planeamos hacer esto y no queremos lastimar a nadie”, manifestó. Según él, sus hijas y su esposa se habrían hecho amigas rápidamente de la refugiada.
La situación estaba generando discusiones y Lorna descubrió la situación tras confrontar a Sofía en busca de la verdad sobre su relación. Después de una pelea entre ellos, Sofía decidió que tendría que mudarse, y Tony se fue con ella.
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