Bergara dijo que Astesiano “orquestaba corrupción, prácticas mafiosas y tráfico de influencias” desde Torre Ejecutiva.
A pedido de los senadores del Frente Amplio, el Senado convocó a una sesión extraordinaria para este jueves para abordar el presunto espionaje a los senadores Mario Bergara y Charles Carrera.
Los chats de WhatsApp recuperados del celular del exjefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano revelan un intercambio entre el excustodio y un militar retirado uruguayo, director ejecutivo de la firma Vertical Skies, que se presenta en su sitio web como “consultora global” con operaciones en más de 50 países. Su giro de actividad es “seguridad, investigación, prevención, gestión de riesgos, negocios, inversiones, tecnología aplicada al crecimiento y rendimiento empresarial”, mediante el uso de “inteligencia artificial, nanotecnología y sensores operados remotamente”.
En el chat, el militar retirado pide a Astesiano que elabore fichas con información personal de los senadores frenteamplistas Mario Bergara y Charles Carrera.
Después de la divulgación de esas conversaciones, el Frente Amplio solicitó que se realice una sesión extraordinaria para realizar un “planteo de fueros”.
La posibilidad de que el entonces custodio del presidente haya colaborado con tareas de espionaje a senadores de la oposición, como sugieren los chats difundidos por La Diaria el 28 de noviembre, implica una violación del derecho a legisladores a no ser investigados por la Policía ni Fiscalía sin previo aval del Senado.
De esta manera, el Estado busca proteger la independencia del legislador para poder cumplir la función con total independencia. Como ha planteado el politólogo Óscar Bottinelli: “Sin cortapisas existe el riesgo de que sea detenido porque se le ocurre al Poder Ejecutivo, al Gobierno, o porque lo pide un juez”.
En la noche de este miércoles, el Ministerio del Interior aseguró que “garantiza que no realiza ningún tipo de espionaje a representantes del pueblo”.
La cartera emitió un comunicado “frente a trascendidos de prensa que denuncian supuestas situaciones de privilegio y espionaje” realizado por el exjefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano. En el documento la cartera anunció que “instrumentó en forma urgente una investigación para esclarecer los hechos denunciados”.
En ese sentido, informó que el 28 de agosto de 2022, “ingresó” al Sistema de Gestión en Seguridad Pública (SGSP) “una funcionaria de la Dirección Nacional de Migración con asiento en Aceguá”, y, “como el ingreso no tenía justificación alguna”, el ministerio “dispuso la realización de un sumario con separación del cargo, tomando las medidas disciplinarias correspondientes en todos los casos en los que se ingresa sin justificación al SGSP”.
Los senadores Bergara y Carrera, acompañados por la coordinadora de la bancada, Liliam Kechichian, presentaron este jueves una denuncia penal ante el fiscal de Corte, Juan Gómez, sobre el presunto espionaje por parte del exjefe de seguridad de Presidencia del que fueron objeto.
“Empresa de mercenarios”
La primera legisladora en hacer uso de la palabra fue la frenteamplista Liliam Kechichian, quien relató detalladamente los hechos transcurridos en el caso Astesiano.
Kechichian afirmó que “nadie ha desmentido” la noticia sobre el espionaje a los senadores Bergara y Carrera. La senadora, además, manifestó que es “imprescindible” que el Senado rechace de forma unánime el presunto espionaje a dos legisladores.
“La sociedad espera y merece señales inequívocas que atiendan a la gravedad institucional en la que estamos. Existe la más absoluta certeza por parte del Frente Amplio de que estos episodios nefastos, lejos de intimidarnos, nos redoblan en la vocación de contribuir en la construcción de un país con más derechos para todas y para todos, está en juego el país en el que queremos vivir”, escribió Kechchian en la red social Twitter una vez finalizada su intervención.
Por su parte, Carrera dijo que al principio le dio “mucha bronca la situación”, pero con el pasar de los días comenzó a pensar en sus hijos, que escuchan “cómo su padre fue objeto de espionaje político”.
“Ahí sí uno siente la violación de la intimidad. Esto no se puede minimizar. La noticia de que fuimos victimas de espionaje político por parte de esta empresa, que la califico como una empresa de mercenarios”, dijo Carrera.
El senador se preguntó qué información tiene Vertical Skies: “¿Cuál es la información que tienen de mi persona? ¿Cuál es la información que tienen de mi compañero Mario Bergara? ¿La información que tienen de mi familia, de mis hijos?”.
El senador dijo que hay hechos objetivos y pruebas sobre las comunicaciones que mantuvo Alejandro Astesiano “con estos mercenarios con sede en Miami”.
“De esas comunicaciones surgen reuniones y el pago de comisiones. A la conclusión que llega uno, desde el punto de vista personal, es que el encargo se cumplió. Surge de las comunicaciones que el objetivo central era apretarnos para que retiremos la denuncia que hicimos de la entrega del puerto. Hay que averiguar quién contrató a esta empresa y por qué hay vinculación con el jefe de seguridad presidencial”, cuestionó Carrera, que agregó que “la intimidad de su familiar fue violentada”.
Luego de Carrera hizo uso de la palabra el senador Mario Bergara, el otro legislador de la oposición que aparece mencionado en los chats entre Astesiano y un integrante de Vertical Skies.
El exministro de Economía dijo que se trata de un hecho “de enorme gravedad” y que además no se sabe “el alcance real que tiene”.
“De los chats surge que somos dos legisladores los que hemos sido objeto de espionaje. Pero no sabemos qué alcance tiene. ¿Hay más legisladores? ¿Está todo el sistema político?”, se preguntó Bergara, que luego dijo que Astesiano “orquestaba corrupción, prácticas mafiosas y tráfico de influencias” desde el cuarto piso de la Torre Ejecutiva.
“La discusión en el día de hoy es que la sola posibilidad de que se utilicen las herramientas del Estado en forma de práctica mafiosa para extorsionar legisladores y para que no cumplan el rol institucional que la ciudadanía les encomendó, la mera posibilidad de que eso pueda ser así, amerita un pronunciamiento inequívoco de todo el sistema político”, reclamó Bergara, que terminó su intervención visiblemente emocionado al referirse a sus seres queridos.
Desde el oficialismo, el primero en intervenir en la sesión fue el senador Jorge Gandini, quien señaló que hay que plantear “una cuestión de fueros” porque se afectó la “libertad de dos senadores de la República”.
“La intención de investigar su vida privada e intimidad con un objetivo que parece estar allí declarado. De incidir en sus actitudes o acciones políticas. Eso merece ser repudiado y rechazado. Todos podemos ser objeto de un agravio de esa naturaleza por parte de una empresa, un narcotraficante, de un delincuente o de alguien que quiere influir en la libertad que protege la Constitución en el accionar de los legisladores que tienen la investidura de la representación popular”, comenzó el senador blanco, aunque aclaró que no está comprobado que el espionaje se haya consumado. De todas formas, Gandini expresó que se solidarizaba con “la amenaza, con el acto mafioso de querer averiguar”.
El senador blanco también cuestionó a la empresa Vertical Skies.
“Esta empresa es propiedad del teniente coronel retirado Mario Panizza. ¿Quién es esta persona? ¿Qué poder tiene? En la página de su empresa dice que tiene clientes importantes y 5.000 empleados. Este señor que vivía en Boca Ratón y hoy está ubicado por estos lares. Compró en 2014. mediante hipoteca, una vivienda y se le reclamó el impago por US$ 170.000. Se le ejecutó la hipoteca porque no la pagó. Este empresario tiene dos empleados y facturó el año pasado US$ 52 mil. Ni murió ni fue guerrero. Ni tiene todos esos clientes ni 5.000 empleados. Encima debe hasta la tarjeta de crédito”, dijo Gandini, que reclamó que también se investigue a Panizza y se distingan “hechos de conjeturas”.
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