Como efecto mediático, estratégico y demagógico, la propuesta de bajar los sueldos de intendente y cargos de confianza rindió sus frutos.
Al pueblo le cae bien eso de ver en el escenario político la necesidad de ajustar el cinturón para vencer la desesperanza.
A mi personalmente me cae muy bien la idea pero habiéndolos escuchado a todos me defino en un lugar un poco más comprometido, más honesto, más sincero.
Porque los candidatos a la intendencia que estamos en carrera no aceptamos y asumimos el compromiso de que nuestro sueldo como intendente sea depositado mensualmente y que una vez finalizada la gestión, comprobación mediante de un trabajo serio, a los cinco años acceder al monto de esa tarea?.
Esto aporta en primera instancia un compromiso verdadero de trabajar por el bien de todos, sin demagogia, y sin pensar en hacerse del sueldo cuando todos hablamos de que hacemos política desde lo vocacional.
Esto de la mano de una auditoría general que determine que la gestión fue seria, responsable y madura.
Una vez comprobado eso, que el intendente acceda a su cuenta bancaria luego de cinco años sea cual sea el sueldo que vote la Junta Departamental.
De esta manera no caemos en el discurso fácil y tribunero, no caemos en la demagogia y si mostramos realmente nuestro compromiso honesto de desempeñar una tarea al servicio del pueblo salteño.
A todos los candidatos que hablan de bajarse el sueldo los desafío en esta línea, en la que estoy alineado y convencido.
Es la única forma de recuperar la credibilidad y es la forma más honesta de decir que realmente queremos trabajar por un Salto mejor.
Miguel Feris