Maximiliano Silvera y Nahuel Acosta anotaron los goles de los carboneros que se quedaron con la copa de forma anticipada y justificada.
Peñarol cumplió con su objetivo y venció 2-0 a Defensor en el Franzini para mantener el invicto y consagrarse campeón del torneo Apertura en forma anticipada, asegurando su presencia en la definición del Uruguayo.
El partido comenzó con los violetas manejando la pelota y tratando de pararse en cancha rival, con Elizari como manija y la constante subida por las bandas.
Los carboneros se movían en bloque y buscaban darle participación a Leonardo Fernández para que creara opciones de ataque, principalemente apostando a la banda izquierda.
La dos primeras llegadas a fondo fueron para el visitante, con un centro del propio Fernández que cruzó el área y tras un remate de media distancia de Darias que tapó Dawson.
La respuesta fue con Elizari lanzando en velocidad a Anderson Duarte que encaró por el sector de Maxi Olivera, enganchó hacia el centro y remató, pero Aguerre logró sacar.
El cotejo tenía poco peaje en zona de volantes lo cual lo hacía entretenido y con ocasiones para los dos pero aún sin poder dar el puntillazo final.
Eso quedó en el olvido a los 22′ cuando Damián García sacó tremendo zapatazo desde lejos que reventó el travesaño, picó y Maximiliano Silvera aprovechó el rebote para inflar las redes y colocar el 1-0.
Esto tranquilizó al equipo que lentamente se afianzó para controlar la posesión y acercarse al segundo que pudo llegar con un tiro libre ejecutado por Fernández que sacó Dawson.
Pasados los 35′ se encendieron las alarmas aurinegras ya que Maximiliano Silvera cayó al césped sentido, al punto que pidió el cambio e ingresó Ángel González en su lugar.
Esto quizás influyó en que los de la Fiera modificaran su forma de atacar, algo que liberó un poco al violeta, que quiso más de lo que concretó y nunca pudo profundizar. 1-0 y al descanso.
Se cerró y lo cerró
En el complemento los locales salieron con otra predisposición a encarar el partido, mucho más punzantes y aprovechando que su adversario se retrasó en cancha e incluso armó una línea de cinco.
Un potente remate de Facundo Bernal desde lejos reventó el travesaño del arco de Aguerre, que luego fue clave para tapar un cabezazo de Guillermo De los Santos para mantener el resultado en su mínima expresión.
Ante el poco sostén del esférico y casi nula llegada en la segunda etapa, Aguirre decidió mandar tres variantes ingresando Diego Sosa, Ignacio Sosa y Sebastián Cristóforo por Hernández, García y Ramírez. Nicolás Wunsh fue el elegido por Varini para tratar de darle más poderío al ataque.
Y pasados los 70′ un centro del Ojito Rodríguez generó un testarazo de Duarte que una vez más Aguerre logró sacar, en una buena noche del meta.
Sebastián Guerrero a la cancha y una unipersonal de Leo Fernández para acercarse al segundo que terminó con un tiro que se fue ancho.
Ya en ese cierre de cotejo los aurinegros cerraban espacios, defendían con criterio y apagaban el impulso de un contricante que quería pero no podía. Un cabezazo de Rivero que cayó en el techo del arco fue otra acción que el equipo de Parque Rodó no pudo aprovechar.
La frutilla de la torta llegó a los 90’+5′ con una contra que encabezó el ingresado Nahuel Acosta, pasó por Speedy y terminó nuevamente en Acosta para colocar el segundo tanto que bajó las cortinas del duelo.
El pitazo de Mathias De Armas selló los tres puntos que lo hacen inalcanzable para todos en el Apertura, desató el festejo de los hinchas y le dio la copa del primer torneo corto del año en forma justificada.
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