Alucinaciones, desapego de la realidad y agresividad: las consecuencias en adolescentes por el uso del celular

Alucinaciones, desapego de la realidad y agresividad: las consecuencias en adolescentes por el uso del celular

Los smartphone están haciendo que los adolescentes sean más agresivos, se alejen de la realidad y tengan alucinaciones. Es según una nueva investigación que advierte sobre los peligros de abusar en el uso de los teléfonos inteligentes.

El estudio, realizado por Sapien Labs, concluyó que cuanto más joven es una persona que comienza a usar un teléfono, más probabilidades hay de que sufra toda una serie de problemas psicológicos.

“La gente no aprecia del todo que las experiencias hiperrealistas e hiperinmersivas en la pantalla pueden desdibujar la realidad en etapas clave del desarrollo”, le dijo a NewYork Post el psicólogo de adicciones Dr. Nicholas Kardaras, que no formó parte del equipo que realizó el estudio.

“Su mundo digital puede comprometer su capacidad de distinguir entre lo que es real y lo que no. Una alucinación con cualquier otro nombre“, agregó Kardaras.

“El tiempo que pasamos frente a una pantalla actúa básicamente como una toxina que atrofia tanto el desarrollo cerebral como el desarrollo social”, explicó Kardaras. “Cuanto más pequeño es el niño cuando se le da un dispositivo, mayor es la probabilidad de que sufra problemas de salud mental más adelante”.

Para el estudio, llamado “The Youth Mind: Rising Aggression and Anger”, los investigadores encuestaron a 10.500 adolescentes entre 13 y 17 años de Estados Unidos y la India.

“Los adolescentes estaban significativamente peor que los miembros mayores de la Generación Z”, sostienen los científicos de Sapien Labs y agregan que los más jóvenes tenían más probabilidades de sufrir agresión, ira y alucinaciones en comparación con sus contrapartes mayores.

Un asombroso 37% de los jóvenes de 13 años informaron haber experimentado agresión, en comparación con el 27% de los jóvenes de 17 años. En tanto, un alarmante 20% de los jóvenes de 13 años aseguraron que sufren alucinaciones, en comparación con el 12% de los de 17.

“Mientras que hoy los jóvenes de 17 años consiguieron un teléfono a los 11 o 12 años, hoy los jóvenes de 13 años lo consiguieron a los 10 años”, señala el estudio.

Los encuestados también informaron que podrían representar un peligro para ellos mismos. El 42% de las niñas y el 27% de los niños estadounidenses de entre 13 y 17 años admitieron tener problemas con pensamientos suicidas.

La mayoría de los adolescentes encuestados dijeron que tenían sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad y pensamientos extraños no deseados. Más del 40 % informó una sensación de desapego de la realidad, cambios de humor, retraimiento y recuerdos traumáticos.

Los investigadores también advirtieron que los celulares están haciendo que los niños se aíslen de la sociedad. “Una vez que tienes un teléfono, pasas mucho menos tiempo interactuando en persona, y cuanto menos interacción tienes, menos integrado estás en el tejido social real”, sostuvo la científica jefa de Sapien Labs, Tara Thiagarajan.

Ya no estamos conectados como lo han estado los humanos durante cientos de miles de años”, agregó Thiagarajan.

Los CDC advirtieron que en 2025 los adolescentes corren el riesgo de sufrir más violencia, a menudo a manos de otras adolescentes. Sapien Labs también advirtió que el aumento de la agresión se está produciendo desproporcionadamente en las mujeres, según su investigación.

“Hay un aumento bastante rápido en la cantidad de niños que sufren violencia en la escuela y temen por su seguridad”, dijo Thiagarajan. “Es algo que todos deberían tener en cuenta”.

En general, el 65% de las mujeres encuestadas fueron consideradas “angustiadas o luchando de una manera que perjudica sustancialmente su capacidad para funcionar eficazmente en el mundo y sería una preocupación clínica”, siempre según el estudio.

“No hay indicios de que esta tendencia de empeoramiento continuo de la salud mental vaya a desacelerarse“, concluyeron los investigadores, quienes añadieron que a los niños se les siguen dando dispositivos a edades cada vez más tempranas.

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