Cuando se compara la opinión sobre el actual presidente con sus antecesores a la misma altura de su mandato, se observa que Lacalle Pou mantiene un nivel de aprobación positivo, aunque tanto José Mujica como en particular Tabaré Vázquez en su primer período tenían niveles de aprobación más altos.
A tres años de asumir el gobierno, la gestión del presidente Luis Lacalle Pou divide a la población. Hoy el 44% de los uruguayos aprueba su desempeño y el 42% lo desaprueba.
La evaluación del desempeño del presidente es muy diferente entre quienes lo votaron en noviembre de 2019 y quienes no: entre los votantes de la coalición, 8 de cada 10 aprueban su gestión, y sólo uno de cada 10 está insatisfecho. En la oposición, en cambio, la situación es casi inversa: tres de cada cuatro tienen un juicio negativo y poco más de uno de cada 10 está satisfecho. Los que no dicen o no recuerdan qué votaron en 2019 están divididos: un tercio aprueba, algo más de un tercio desaprueba y el resto no tiene una opinión definida.
¿Cómo ha ido cambiando el juicio sobre el desempeño de Lacalle Pou desde 2020, cuando asumió, hasta hoy? Durante su primer año de gobierno, cuando el problema dominante era la pandemia, casi dos tercios de la población apoyaban lo que estaba haciendo el presidente y menos de un quinto lo criticaba. En 2021 aumentaron 11 puntos las críticas (de 19 a 30%), pero los juicios positivos apenas disminuyeron 3 puntos. En 2022, pasada la preocupación por la pandemia, la evaluación del desempeño de Lacalle Pou siguió siendo en balance positiva, pero la gente que aprueba disminuyó sistemáticamente a lo largo del año: en febrero del año pasado el 55% aprobaba y en octubre lo hacía el 47%. Durante el verano cayó otros 3 puntos, a 44%.
Cuando se compara la opinión sobre el actual presidente con sus antecesores a la misma altura de su mandato, esto es, al comenzar su penúltimo año de gobierno, se observa que Lacalle Pou mantiene un nivel de aprobación positivo, aunque tanto José Mujica como en particular Tabaré Vázquez en su primer período tenían niveles de aprobación más altos (47% y 56% respectivamente), y también menos desaprobación (30% y 21%). No está en una situación comparable a la de Vázquez en su segundo período, que a la misma altura del gobierno despertaba críticas de la mitad de la población, ni mucho menos en la de Jorge Batlle, que en medio de la crisis económica tenía a 8 de cada 10 ciudadanos enojados con su desempeño.
En síntesis, a tres años de gobierno el presidente tiene un índice de aprobación “intermedio” si se lo compara con los presidentes anteriores de este siglo: está en una posición peor que los mejor evaluados, Vázquez en su primer gobierno y Mujica, y está en una posición mejor que los peor evaluados, Batlle y Vázquez en su segundo período. Quedan aún dos años de gestión por delante. Son dos años diferentes, porque aparece tempranamente la campaña electoral, y los temas de gobierno suelen pasar a segundo plano en la agenda de los políticos y de los medios. Pero eso no quiere decir que el electorado se olvide de cómo se desempeñan las autoridades nacionales. No es casualidad que los cambios de partido de gobierno se dieron en 2005 y 2020, después de dos gobiernos mal evaluados por la mayoría de la población. El gobierno actual hoy divide, pero el balance es aún positivo. Habrá que ver cómo evoluciona en los próximos meses porque de ello depende, al menos en parte, quién tiene más chance de ganar las elecciones de 2024.
Esta nota presenta los resultados de una encuesta nacional telefónica (a teléfonos fijos y celulares) de CIFRA en todo el país: 1007 entrevistados entre los días 15 y 27 de febrero de 2023.
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