Murió Dick Hoyt, el hombre que completó 32 maratones llevando a su hijo tetrapléjico

En 2014 se retiró de las competiciones. El llamado “Equipo Hoyt” ha sido inspiración para millones de personas en el mundo

Dick Hoyt, quien inspiró a miles de corredores, padres y atletas discapacitados al empujar a su hijo Rick en una silla de ruedas en decenas de maratones de Boston y cientos de otras carreras, ha fallecido este jueves a los 80 años de una enfermedad cardíaca.

Icono del maratón de Boston y ejemplo de superación para todos, Hoyt empujó por primera vez a su hijo, que es tetrapléjico y tiene parálisis cerebral, en el maratón de Boston en 1980. Rick tiene hoy 59 años.

Dick y Rick, en una silla de ruedas especializada, completaron 32 maratones de Boston juntos, hasta que Dick, por problemas de salud, se retiró en 2014.

Planeaba retirarse después de la carrera de 2013, pero el padre y el hijo nunca la terminaron debido al atentado terrorista que sufrió la carrera ese año, por lo que regresaron una vez más.

A partir de 2015, Bryan Lyons, un dentista, se hizo cargo de empujar a Rick hasta su muerte inesperada en junio pasado a los 50 años.

La Asociación Atlética de Boston, que organiza el maratón, ha lamentado su muerte: “El B.A.A. está tremendamente entristecido al enterarse del fallecimiento del ícono de la Maratón de Boston, Dick Hoyt”, dijo la organización en un comunicado.” Dick personificó lo que significa ser un maratonista de Boston, mostrando determinación, pasión y amor cada Día de los Patriotas durante más de tres décadas. No solo fue el favorito de los fans y que inspiró a miles, sino también un amigo y padre leal que se enorgullecía de pasar tiempo de calidad con su hijo Rick mientras corría de Hopkinton a Boston”.

El maratón de Boston de 1980 no fue la primera carrera en ruta de los Hoyt. En 1977, Rick le dijo a su padre que quería participar en una carrera benéfica para un jugador de lacrosse que había sufrido parálisis. Terminaron penúltimos, pero eso fue solo el comienzo. “Papá, cuando estoy corriendo, siento que no estoy discapacitado”, le dijo Rick a su padre después de esa primera carrera. Padre e hijo participaron en más de mil carreras, incluyendo duatlones y triatlones.

En 2013, se erigió una estatua de ambos frente a una escuela en Hopkinton, cerca de la línea de salida del maratón de Boston. “Sé que es un cliché, pero quiero que la gente sepa que pensé que mi padre era un héroe, no solo porque empujó a Rick en el maratón, sino porque fue un gran padre para todos nosotros con quien podías hablar de cualquier cosa. Inspiró a la gente a mirar a todos sus hijos como iguales sin importar su discapacidad”.

 

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